martes, 29 de abril de 2008
jueves, 24 de abril de 2008
Palabras del Alberto Moreno Rojas en la tumba del Amauta
Nos convoca en esta ocasión, rendir homenaje a la memoria de José Carlos Mariátegui. Nos habría gustado que hubiésemos estado aquí todos los que pensamos en Mariátegui, los que creemos como él y que el futuro del Perú para salir de esa larga oscuridad que es nuestro presente está en el socialismo. Desafortunadamente no es así; no importa, desde acá sigamos bregando para buscar también la unidad en la acción y para demostrar que el pensamiento y la obra de Mariátegui están más vigentes que nunca. Más vigente que nunca porque seguramente la ocasión histórica que vivimos es una ocasión extraordinariamente importante que le hubiese gustado vivir y enfrentado al Amauta.
Una ocasión donde la posibilidad de derrotar a las fuerzas de la derecha están a las puertas, donde millones de gentes buscan el cambio para terminar con todo lo que significa el neoliberalismo, el capitalismo y el dominio imperialismo sobre nuestra sociedad.
Esa posibilidad extraordinaria es la que tiene asustada a la derecha; toda esta política autoritaria, macartista que ustedes observan como se viene desarrollando tiene como trasfondo el miedo a la rebelión de los pobres. Miedo a que las fuerzas del cambio les originen una derrota fundamental en los próximos años.
No hay que ver la política de hoy solamente como un conjunto de reivindicaciones legitimas, por cierto, hay que verla como el reto que tenemos los hombres y mujeres de izquierda para por primera vez en la historia del país, dentro de un marco de liberalismo de su democracia, poder derrotar a la derecha como la hicieron los pueblos de Venezuela, Ecuador o Bolivia.
Tenemos que prepararnos para ese evento, tenemos que organizarnos con ese objetivo, tenemos que trabajar con la voluntad de vencer. No nos convenzamos de que nuestro papel simplemente es de oposición; convenzámonos de que nuestro papel es cambiar el destino de esta nación y para ello tenemos que conquistar el gobierno y conquista el poder y esa posibilidad está al frente si es que logramos la gran unidad para el gran cambio en el Perú.
El mejor homenaje que le podemos rendir a Mariátegui no es solamente una romería; el mejor homenaje es darle una victoria definitiva para cambiar el destino de la nación. El mejor homenaje es construir una fuerza poderosa que haga posible estos cambios. Para ello los partidos tenemos que trabajar con una mentalidad distinta, para ello tenemos que ir a la conquista de la conciencia de los pueblos; para ello tenemos que forjar esa gran unidad que le de sentido a millones de hombres y mujeres.
Donde quiera que nos dirijamos, donde quiera que estemos, el llamado de la gente es la unidad, esa tiene que ser la llave maestra de esta victoria, solamente unidos podemos derrotar a la derecha y podremos frenar esta contraofensiva represiva y macartista. Solamente unidos podremos defendernos del saqueo de nuestros recursos naturales, solamente unidos podremos defender el derecho de los trabajadores y los campesinos, solo unidos podremos abrir un nuevo curso para la educación y un mejor destino para la nación. Por eso tenemos que mentalizarnos de que nuestra responsabilidad es enorme, tenemos que trabajar con esa visión, con esa perspectiva, con esa entereza, con esa voluntad. Ya no más pesimismo compañeros, ya no es hora de encarar las autocríticas y los golpes de pecho, es la hora de rectificar y avanzar; ayá los que quieran llorar, el futuro pertenece a los que se atreven a luchar, a los que se atreven a vencer, a los que se atreven a unirse con las masas.
Quiero que por eso, en esta ocasión sirva para afirmar esa voluntad de victoria, para organizarnos mejor, para incorporar a miles de hombres y mujeres. Esa es la responsabilidad histórica y el mejor homenaje al Amauta.
¡Viva José Carlos Mariátegui!, ¡Viva el socialismo!
Gracias
miércoles, 23 de abril de 2008
jueves, 17 de abril de 2008
LA ROMERIA EN IMAGENES
miércoles, 9 de abril de 2008
CONFERENCIA MIERCOLES 16 / Derecho y Ciencia Política UNMSM
(Caricaturista Diario "La República" - Autor del libro "Manifiesto del Siglo XXI")
JULIO MENDOZA
(Docente UNE/ PC del P - Patria Roja)
Miercoles 16 de Abril
3.30 P.M.
Auditorio "Max Arias Schereiber"
(Facultad de Derecho y Ciencia Política - UNMSM)
Organiza: Círculo Antonio Gramsci / JotaCé - Patria Roja
martes, 8 de abril de 2008
sábado, 5 de abril de 2008
¿Le creemos a los medios de la burguesía?
COLOMBIA UN CONFLICTO DE NUNCA ACABAR ¿POR QUÉ?
Por Segundo Mendoza Díaz*
El problema colombiano es histórico y político y éste tiene que ver con la lucha por la democratización real, la reforma agraria y la búsqueda de un país más justo. Se remonta a muchos años atrás; pero es a partir de 1948, con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, que cobra mayor ferocidad. Cada pico de violencia ha tenido como contexto y detonante la implementación de políticas que recortaban derechos de los trabajadores e incrementaban el entreguismo del país a los dictados de las potencias capitalistas, principalmente, norteamericana. Así ocurrió, con la imposición, a sangre y fuego, de un conjunto de políticas neoliberales a inicios de los 90, con el nombre de apertura económica.
Un factor de agravamiento del conflicto es la intromisión norteamericana, que con el pretexto de combatir al narcotráfico han asentado bases militares en el vecino país para reforzar su pretensión de convertir en una verdadera colonia yanqui a toda Latinoamérica. El narcotráfico es un problema; pero, el gobierno no tiene la menor intención de combatirlo porque es la fuente de financiamiento de los paramilitares y de un gran sector de la derecha colombiana, tanto es así que existen investigaciones periodísticas serias que involucran a Álvaro Uribe con el otrora capo de la droga, Pablo Escobar. Estas condiciones y los antecedentes mencionados impiden el fin de la violencia política.
Queda demostrado, entonces, que el conflicto colombiano es un problema político por ende la salida tiene que ser de este carácter y sin la ingerencia yanqui, como proponen distintos gobiernos y personalidades del mundo y también la “Comisión de los notables” quienes contemplan como primera medida, el intercambio humanitario bilateral y recíproco. El conflicto no se solucionará dando una casa, un empleo, etc. a los guerrilleros que se reincorporen a la vida “democrática”, ni con la fuerza militar sino, y principalmente, con las urgentes transformaciones sociales y económicas en favor de las grandes mayorías explotadas y excluidas, así como tener la voluntad política para reconocer que la guerrilla es una fuerza beligerante y no un grupo de delincuentes como afirma, el guerrerista y proyanqui, Álvaro Uribe.
Desde la Juventud Comunista del Perú (JotaCé) nuestro aprecio militante a los camaradas del Partido Comunista Colombiano y de la Juventud Comunista (JUCO), y a todas las organizaciones y personas que luchan por una Colombia en paz, pero justa y soberana.
jueves, 3 de abril de 2008
Artículo de Rolando Breña
“ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA”
Por Rolando Breña Pantoja
Parece que a su Eminencia, el Cardenal Cipriani, nuestro caluroso verano le ha alucinado como moderno profeta y boca de Roma, perpetrando una tremenda filípica (sin las dotes de Demóstenes) contra el marxismo. Utilizando un púlpito de Semana Santa, en lugar de predicar paz y buena convivencia, se dedicó a lanzar diatribas al marxismo con ínfulas de palabra final.
Veamos algunas de sus ocurrencias:
“El marxismo ha hecho mucho daño a la humanidad y ha fracasado...”. Cipriani debería ahondar en la historia del cristianismo en sus distintas corrientes y sabrá (sabe) el inconmensurable daño que las jerarquías clericales han hecho al desarrollo de la humanidad y la dignidad de las personas. Deberá recordar con “examen de conciencia y dolor de corazón” lo que hicieron con Vesalio, Copérnico, Bufón, Galileo, Vanini, Bruno, Servet, y tantos perseguidos, encarcelados, torturados, quemados. Recordar su complicidad con la esclavitud de la raza negra, con las concepciones de inferioridad de los nativos americanos; el homicidio institucionalizado de la “Inquisición”; las guerras religiosas y el reparto del mundo y la humanidad por el Papado; su participación y complicidad con modernos genocidas y dictadores como Hitler, Franco, Pinochet o Fujimori (de quien el Cardenal fue una especie de brazo espiritual). No olvidará los obispos y curas pedófilos que salen a luz; la persecución de sacerdotes que pretenden llevar la religión a los pueblos, como el emblemático y admirable Gustavo Gutiérrez.
¿El marxismo ha fracasado? Quizá Monseñor tenga alguna razón. Pero no en el sentido que el marxismo haya fracasado, sino los marxistas, que aún no hemos podido concretar el sueño de construir un mundo más justo y solidario, habiendo sufrido importantes derrotas. Pero seguimos en el camino, golpeados, disminuidos, pero siempre optimistas. Pensamos en Mariátegui que evoca a Sorel, al recordar que los socialistas siempre se levantan después de cada caída, que no tienen aún la respuesta, pero saben que la encontrarán.
“Esa utopía que nos vendió el marxismo”. – El marxismo no vende ni se vende. Es una ideología que pretende interpretar el mundo y transformarlo en beneficio de la humanidad y la naturaleza. La Iglesia sí vende y compra. Todo tiene precio: Bautismo, Confirmación, Misas. Hasta lotizó el cielo a través de la venta de “indulgencias”, tan groseramente que produjo su cisma más importante con Lutero.
– El Cardenal... “envió un saludo de fortaleza a todas las familias peruanas que atraviesan momentos difíciles...”. Qué fácil es “pedir fortaleza” desde la comodidad y el lujo, teniendo el estómago asegurado con deliciosos manjares, morando en inmuebles confortabilísimos, vistiendo finas telas, desplazándose en autos de lujo, bañado en delicadas colonias.