CÓMO HAS CAMBIADO CUCHO
Por Luis Gárate
"Sólo Dios y los imbéciles no cambian" dice una frase popular que me recordaba en una conversación un compañero del Partido Socialista, al preguntarle sobre las razones de los grandes virajes en el pensamiento de muchos importantes intelectuales provenientes de la izquierda.
Algo de razón parece tener. Así lo demuestra con creces el caso de don Agustín Haya de la Torre, que en un caso similar al del converso Yehude Simon, pasó de beligerante marxista- leninista, luego mariateguista, a ser alto dirigente y funcionario aprista.
Ante la crueldad de la represión, la descalificación del Partido Aprista de la protesta social y de las altisonantes declaraciones de sus dirigentes como Mauricio Mulder que ahora convocan a restablecer el “orden” y a las “movilizaciones democráticas contra los antisistema”, no podemos más que reflexionar sobre las incoherencias y la debilidad de los argumentos que esgrimen.
Destacada carrera en la izquierda y el viraje
Don Agustín o “Cucho” Haya pasó de las dirigencias universitarias de los 60 en la Católica y San Marcos, como conocido militante del Partido Comunista Revolucionario- Trinchera Roja, y luego promotor de la fundación del Partido Unificado Mariateguista- PUM. No se trataba de un militante de base más, don Agustín fue, en los 80, combativo diputado de la República por la Izquierda Unida. Llegó a compartir la plancha presidencial de IU con Alfonso Barrantes Lingán, como candidato a la vicepresidencia, y en la debacle del frente izquierdista llegó a ser su candidato presidencial en las elecciones de 1995.
A finales de los 90 años lo vimos como uno de los promotores del Foro Democrático, importante iniciativa que buscaba evitar la ilegal tercera reelección del dictador Fujimori. También como respetable sociólogo y docente universitario. Pero ya en el régimen alanista lo vimos reaparecer como jefe de la APCI, agencia estatal fiscalizadora de las ONGs que bajo su mandato empezó una campaña de persecución que buscaba acallar a las ONGs de derechos humanos que resultan incómodas al alanismo. Ahora aparece en la jefatura del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico- CEPLAN y en sus periódicas columnas en vocero aprista La Tribuna.
Probablemente la caída del muro de Berlín y la URRS, y esa aventura electoral del 95 que dejó a la izquierda con uno de sus peores resultados electorales (que logró una mínima representación parlamentaria en plena dictadura fujimorista), provocó que Cucho reflexionara profundamente. Así dio un “viraje histórico”, al decidir que era mejor hacer valer el peso de su apellido en las filas políticas cuyos cuestionables antecedentes conocía muy bien.
Sus artículos y las predicciones
Ahora nos ofrece su artículo Coartadas Reaccionarias, publicado en La Tribuna del 6 de julio donde plantea su original interpretación de los móviles de la protesta social en el país: “Estos radicales adoptan ideologías, importadas de Europa y Estados Unidos, formuladas por académicos que tras el derrumbe del Muro de Berlín, cambiaron la lucha de clases por la lucha de razas o por el ecologismo creacionista. Así se identifican con ideologías arcaicas, enemigas seculares de la modernidad, la democracia y el desarrollo.
Estos ideólogos que convierten el multiculturalismo en arma arrojadiza y el etnoracismo en identidad separatista… Antiguos izquierdistas han perdido el aliento frente al avance del nacionalismo militarista y ahora claudican ante el racismo de Abya Yala. Militaristas e indigenistas se encuentran porque son enemigos de la democracia social y liberal, de los partidos políticos, del estado de derecho y del desarrollo de las fuerzas productivas.
“ Nadie pude dudar del bagaje intelectual de don Agustín, su producción académica así lo atestigua. Sin embargo no podemos dejar de señalar que sus actuales declaraciones y escritos nos hacen pensar en una persona que habría asumido una nueva identidad tras haber pasado por un estado de coma, y no de alguien que se dice “progresista” y de “izquierda”. Ahora reniega de las ideas “importadas” que él con tanto fervor antes asumió, y descalifica de “militaristas e indigenistas” a los promotores de la protesta social y las plataformas de izquierda. Asume ahora más bien con radicalidad la “doctrina” del perro del hortelano para descalificar al Socialismo del siglo XXI, y hacernos creer que ser de “izquierda democrática” es estar del lado del capitalismo y del gobierno represivo de su nuevo partido.
El blog Desde el tercer piso refiere también una cita de la revista Amauta de los 70 en una nota titulada “Cucho Haya no se acuerda cuando fue ternero”, donde acertadamente aclaraba la supuesta identidad izquierdista del Apra: “Por eso es que los trabajadores rechazan, como dice Hugo Blanco, el cuentazo de que el APRA es izquierda democrática. Cuando ha sido justamente ese partido quien se ha pasado cincuenta años tratando de desviar a las masas de la lucha por el socialismo, ayudado por los graves errores del PC. El reiterado proimperialismo del partido aprista, su conversión en soporte político de la más reaccionaria oligarquía, no necesitan otra demostración que su propia actuación.”
Pero a pesar de los devaneos de Cucho, le recordamos que el diagnóstico que hiciera en la revista Marka el 10 de abril de 1980 resulta una descripción fiel y vigente del actual partido de gobierno que tanto defiende: “El Apra va afirmándose como la fuerza más coherente y disciplinada en la defensa del gran capital y el imperialismo contra los embates del movimiento popular. Tiene plena conciencia de su misión histórica cuando el primer plano de su campaña lo ocupa la violencia contra la izquierda y los sindicatos clasistas…”
“…El destino que le auguró Mariátegui, como una fuerza pequeño burguesa que iba a devenir en fiel servidora del imperialismo y la reacción, se ha cumplido a cabalidad. Pocas veces alguien anunció con más claridad que lo fundamental de su línea, de su metodología, es la fuerza. Esta vocación tan definida, suscitada quizás por los asesores alemanes que les sugieren revivir las escenas iniciales del fascismo, nos indican el peligroso camino que el Apra está transitando.”
Resulta paradójico que quien fuera unos de los principales colaboradores de la revista socialista Marka describiera, cual predicción, el perfil del partido político que ahora lo abraza cual padre al hijo que regresa arrepentido por sus desvaríos juveniles. Sin duda ha pesado en Cucho el hecho de ser hijo de uno de los hermanos más queridos del fundador del aprismo.
Las personas pueden cambiar. En esos cambios algunos evolucionan y otros parecen involucionar. Se pueden acumular experiencias, carcelerías, títulos, estudios de maestrías y doctorados, pero evolucionar no quiere decir tampoco traicionar principios y valores. Si personajes como don Cucho argumentan ser defensores de la democracia y los valores progresistas, deberían demostrarlo no avalando el demencial macartismo y la represión alanista que polarizan el país, cierran el debate de ideas y obstaculizan la construcción de una verdadera democracia.
Abajo el artículo de Agustín “Cucho” Haya de la torre.
EL CAMINO DEL APRA
Agustín Haya de la Torre
Revista Marka
No 150- 10 de abril de 1980
La conferencia de líderes socialdemócratas organizada por el Apra ha sido un intento más por aparecer como fuerza de izquierda. Han entrado en la campaña electoral con esa orientación, bajo la batuta de Armando Villanueva. Su táctica los lleva a señalar a sus aliados en la “izquierda responsable” con los que habría coincidencias en las “tesis aurorales” del aprismo.
Personajes como Mario Soares, Carlos Andrés Pérez y otros dirigentes destacados de la Internacional Socialista vinieron a darle lustre al esfuerzo electoral del Apra. Aunque tampoco son muy buena carta de presentación. Si Portugal vio detenida la marcha de la Revolución de Abril fue precisamente por el inmenso muro de contención que colocó el Partido Socialista de Soares. Y Pérez, el venezolano, hace mucho rato que olvidó cualquier referencia a la revolución, incluso retórica. Casi ahogado por los petrodólares, su preocupación principal es salir a flote del escándalo financiero en que anda metido por sus turbios negocios con empresas imperialistas. Quisieron traer también a Felipe Gonzáles, otro socialdemócrata que se bate e fondo por eliminar los últimos rezagos marxistas del PSOE y por colocar a España en la órbita del capital germano occidental.
Poca es pues la ayuda que pueden haber prestado al Apra tales “izquierdistas”, empeñados en fortalecer aceleradamente una valla reformista ante el resurgimiento revolucionario en Nicaragua y el Salvador.
Nos interesa desentrañar los alcances de la táctica del nuevo jefe y su incidencia en el período político. El viraje a la izquierda del movimiento de masas en los últimos años ha llevado al partido más perspicaz de la burguesía a estructurar una línea que le permita entrar en ese terreno de disputa. Víctor Raúl Haya de la Torre diseñó esa orientación desde finales del velasquismo. Así, encontraron identidad entre las reformas burguesas y el polvoriento programa del 31. Más adelante, la consigna fue la de constitucionalizar las reformas y nació así la Asamblea Constituyente, como la expresión inicial del pacto Apra y la dictadura.
En la presente campaña electoral, ante la polarización de clases en la sociedad, al Apra, firmemente enraizada en el campo reaccionario, lanza sus anzuelos para no perder base social. El estilo y las orientaciones de su campaña dejan poco lugar a la duda. La fuerza que se atribuyen se ha dirigido violentamente contra las organizaciones de la izquierda y los gremios populares, desbordándose hasta partidos de la derecha que se reclaman liberal-burgueses.
Su política de alianza tiene como metas a la OPRP y al PC Unidad. Del primero, fachada electoral del MLR, hay poco que decir, y la alianza con esa formación fascistoide de Ismael Frías, tiene más de un doble sentido. Con los segundos, hay un juego de pinzas impulsado desde Moscú para disputarle a los yanquis el privilegio de la alianza con la socialdemocracia internacional, que ya está causando dolores de cabeza en el PC-U.
El disfraz centrista del Apra no puede velar su esencia. La metodología violentista que imprime su actuación política, las características generales de su campaña electoral y la relación de esto con el desarrollo del periodo político, nos llaman a alertarnos sobre su destino. Si bien es cierto que aún mantienen rasgos de su carácter pluriclasista, desde que por décadas sacaron del camino al PC, y que ello es la base de sus contradicciones internas, la tendencia principal es otra.
El Apra va afirmándose como la fuerza más coherente y disciplinada en la defensa del gran capital y el imperialismo contra los embates del movimiento popular. Tiene plena conciencia de su misión histórica cuando el primer plano de su campaña lo ocupa la violencia contra la izquierda y los sindicatos clasistas.
El destino que le auguró Mariátegui, como una fuerza pequeño burguesa que iba a devenir en fiel servidora del imperialismo y la reacción, se ha cumplido a cabalidad. Pocas veces alguien anunció con más claridad que lo fundamental de su línea, de su metodología, es la fuerza. Esta vocación tan definida, suscitada quizás por los asesores alemanes que les sugieren revivir las escenas iniciales del fascismo, nos indican el peligroso camino que el Apra está transitando.
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