Por: Gregorio Santos Guerrero*
Soy
presidente regional de Cajamarca por mandato popular. He jeurado
continuar la lucha por una regionalización democrática, patriótica, con
justicia social, que fortalezca la unidad de la patria, recupere
competencias y profundice el proceso de descentralización con visión
estratégica, productiva e integradora.
La
regionalización no s regalo de gobierno alguno, es una conquista de los
pueblos por democratizar la economía, la política, el Estado y el
poder, para que las rentas que se generan en las regiones se distribuyan
con justicia y no por la fuerza e interés de la clase política
dominante.
Apoyamos
la elección del Presidente Humala porque se comprometió a gobernar de
la mano con las regiones y municipios, prometió que seríamos partícipes
del programa de la “Gran Transformación” (GT) para recuperar la
soberanía de nuestros recursos naturales, porque con él terminarían los
privilegios a las transnacionales. Nos dijo que la honestidad haría la
diferencia enfrentando a la corrupción y la mafia, que las regiones
tendríamos un verdadero canon y los impuestos a las sobre ganancias
mineras serían una realidad.
Ha
sido suficiente el conflicto “Conga”, -proyecto de expansión de MY
(Newmont-Benavides – BM)- para comprender la fragilidad de los
principios y la magnitud de renuncia a los ideales. En menos de un año,
el gobierno le ha dicho al pueblo peruano que la “GT es inviable, que
nada de globos de ensayo, que se quiere un Estado pragmático, pequeño y
ágil”, evidenciando la esencia del “nuevo” programa: el continuismo
neoliberal, signado por el centralismo y expansión irracional de las
actividades extractivas, sometimiento a los mandatos del FMI y BM. Es
decir hacer más de lo mismo, donde los compromisos con las
transnacionales serán cumplidos, mas no los compromisos con el pueblo.
Los
que perdieron las elecciones y han copado el gobierno, -como la CONFIEP
y sus socios- respiran tranquilos seguros que se mantendrá el status
quo con una legislación ambiental, minera y con políticas de concesiones
favorables a las grandes transnacionales, mientras nuestras comunidades
y sus poblaciones están desprotegidas, y los alcaldes y gobiernos
regionales están excluidos porque todo se decide en las cómodas oficinas
de Lima.
La
resistencia de los cajamarquinos ha puesto al descubierto que los
Estudios de Impacto Ambiental (EIAs) son documentos formales cuya
sostenibilidad técnica es cuestionable, que el accionar de la empresas
originan conflictos sociales, que no abordados oportunamente y en forma
adecuada originan protestas sociales como las que está sucediendo en la
región y el país. En este escenario, la causa fundamental de este
problema nacional es la Constitución de 1993, hecha y aprobada con
fraude a la medida del gran capital y que el Presidente Humala ofreció
cambiar.
Conciudadanos,
cumplir mi palabra, ser coherente con la propuesta de gobierno
regional, reclamar se reivindique la ética para la política y ponerme al
frente de mi región para defender el derecho al agua, proteger las
cabeceras de cuenca, demandar transparencia a la inversión privada,
pedir que el presidente honre su palabra, y que las instituciones del
Estado se fortalezcan y sean independientes del poder económico, me ha
costado una decena de juicios, bloqueo de cuentas del gobierno regional,
hostigamiento e intervención de la Contraloría General de la República,
imposición de la policía y fiscalía anticorrupción, que han tomado el
Gobierno Regional de Cajamarca con celeridad inusual, evidencian que su
objetivo ya no es técnico, ni de acompañamiento para apoyar y
transparentar la gestión; su objetivo es político, de amedrentamiento
para justificar la denuncia infundada adelantando juicios de que
Gobierno Regional financió las protestas y que sigue financiando la
resistencia de un pueblo que ha decidido decirle no a la expansión
minera irracional e irresponsable de la empresa norteamericana Newmont,
demostrada en los últimos 18 años de operaciones en Cajamarca.
Por
tanto nos ratificamos en nuestra solicitud: que el presidente de la
República y el Congreso elegido con el programa de la Gran
Transformación honren su palabra, convoquen a la ASAMBLEA CONSTITUYENTE
para que desde el Perú profundo se recoja el interés nacional y se
elabore la NUEVA CARTA MAGNA para salvar la dignidad de la patria, y
construir un Perú para los peruanos, con gobernabilidad, paz y justicia
social. Pedimos que se resuelva el conflicto Conga declarando inviable
al proyecto de la empresa Newmont, que no cuenta con licencia social, ni
ambiental, pues su persistencia ha puesto en peligro la gobernabilidad
de la región.
Denunciamos
ante el Perú y organismos nacionales e internacionales de derechos
humanos que, somos objeto de guerra sucia y persecución política al
propio estilo Fujimori y Montesinos, que no callaremos jamás. La derecha
y las transnacionales con la fuerza económica y política que el capital
les otorga, se han propuesto aplastarnos cerrando el debate para
imponer los proyectos mineros más sucios del mundo: Conga y la
ampliación de otros, siguiendo al pie de la letra las órdenes de los
inspiradores de programa económico neoliberal. Exigirle al presidente
Humala que honre su palabra, ponga en vigencia la Constitución de 1979 y
convoque a una Asamblea Constituyente no es insurgencia, es ejercicio
ciudadano; la derecha, la Confiep y sus operadores cierran filas para
defender su constitución del 93, presionan a los poderes del estado; el
Congreso presiona al Fiscal de la Nación para que nos procese por
apología a la insurgencia, rebeldía y otros delitos, igual ocurre con el
encargado de la Defensoría del Pueblo, el TC los cuales han terminado
cediendo; estamos ante la confirmación de un régimen minero -
autoritario que ha iniciado una persecución política contra los
opositores al modelo, y resuelve los conflictos con métodos represivos
que de seguro profundizarán la polarización del país.
Convocamos
a las organizaciones sociales, sindicales y populares; a las fuerzas
patrióticas progresistas y de izquierda a organizarnos para recuperar la
Gran Transformación, reconquistar la democracia y los derechos sociales
y políticos, construyendo para ello la unidad más amplia que nos
permita generar confianza en el pueblo peruano y lograr cambios
estructurales que desde hace décadas la patria reclama.
¡La Gran Transformación sí es posible!
¡Por un Nuevo Modelo de Desarrollo para Cajamarca y el Perú!
*Gregorio Santos es Presidente Regional de Cajamarca (Norte del Perú) y militante del Partido Comunista del Perú - Patria Roja
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