ENCUENTRO REGIONAL DE PARTIDOS COMUNISTAS DEL MEDIO ORIENTE
El pasado 5 de enero de 2008, y bajo el lema "Los últimos acontecimientos recientes en la región. Los planes para el 'Gran Oriente Medio' y la respuesta del Movimiento Comunista y Antiimperialista", se celebró en Atenas un cónclave de partidos comunistas y obreros de aquellos países que pertenecen al área geográfica del sur y el este del Mediterráneo, así como al Mar Rojo y la zona del Golfo Pérsico.
En esta reunión participaron representantes de la Tribuna Democrática Progresista de Bahrein, AKEL (de Chipre), el Partido Comunista de Grecia (KKE), el Partido Tudeh (de Irán), el Partido Comunista de Israel, el Partido Comunista Jordano, el Partido Comunista Libanés, el Partido del Pueblo Palestino, el Partido Comunista Sudanés, el Partido Comunista Sirio, el Partido Comunista de Siria y el Partido Comunista de Turquía. Asimismo, participó Kyriakos Triantafillidis, europarlamentario de AKEL y presidente de la Comisión del Parlamento Europeo para las relaciones con el Consejo Legislativo Palestino; y su colega europarlamentario por el KKE Giorgos Toussas, que también es miembro del anteriormente citado comité. Igualmente asistió y dirigió su saludo a los allí reunidos una delegación del Partido Comunista de Cuba.
El encuentro, que se encargó de organizar y auspiciar en Atenas el KKE, constituye una prolongación de otra reunión precedente, de carácter extraordinario, que tuvo lugar en agosto de 2006 a raíz de la injusta invasión que Israel protagonizó en el Líbano y la agresión continua que se perpetra contra el pueblo palestino. Los partidos de la región debatieron acerca de la escalada que en dicha zona está experimentando la intervención imperialista y los graves problemas que a los pueblos allí ubicados les genera el plan EE.UU.-OTAN para la formación de un "Gran Oriente Medio", así como la ingerencia de las fuerzas más reaccionarias que ha propiciado la denominada "guerra contra el terrorismo", afectando a una muy amplia franja del territorio. La conferencia de Annapolis, recientemente celebrada, y que había sido concebida para adecuarse a las líneas maestras trazadas por unos planes estadounidenses de alcance más general, ha redundado en un empeoramiento y agravamiento de la situación.
Los participantes señalaron que los comunistas se hallan a la vanguardia de la lucha por la democracia y el impulso de los intereses de los pueblos; a la vanguardia también de la lucha política e ideológica que se ha marcado como objetivo exponer y plantar batalla a la acción de aquellas fuerzas políticas que aspiran a sacar provecho de la situación y que se presentan a sí mismas como valedoras y "defensoras" de los pueblos, cuando, en realidad, sólo velan por sus propios intereses particulares y por erigirse en competencia de los Estados Unidos. Se subrayó la necesidad que para la lucha de los pueblos tiene el dotar a esa lucha de unas connotaciones de unidad, de clase y políticas. Se expresó, análogamente, la preocupación que existe ante el azuzamiento de las divisiones y de los conflictos de naturaleza religiosa, sectaria o étnica. Muchos de los participantes denunciaron los planes imperialistas para dividir y desmantelar los países, así como la agresividad de la que el sionismo hace gala en la región.
Los participantes resaltaron la necesidad de trabajar activamente en aras de la creación de un frente político y social unido en la región con un más amplio apoyo internacional de partidos, movimientos y organizaciones, para arremeter contra el plan imperialista que contempla la formación de un "Gran Oriente Medio" y su supuesta "democratización".
A la luz de la evolución reciente de los acontecimientos, los participantes expresaron su preocupación ante la posibilidad de una escalada en la virulencia de los ataques imperialistas contra los pueblos de Líbano, Palestina, Siria, Irán, Irak, Afganistán y Pakistán.
Ante esta situación, los participantes consideran que debe reforzarse el movimiento de solidaridad internacional con los pueblos de la región, así como el apoyo que ha de brindarse a la lucha de las fuerzas democráticas y progresistas de la región por la democracia, la libertad y la justicia social; a una acción libre de trabas y obstáculos sindical y política de aquellas fuerzas que combaten contra el imperialismo; al desarrollo de una actividad en condiciones de plena libertad e legalidad de los movimientos y partidos progresistas.
Recalcaron, asimismo, la necesidad de intensificar aún más la lucha para defender la soberanía nacional y la integridad territorial de cada uno de los países frente a cualquier intervención imperialista que se lleve a cabo bajo cualquier pretexto. Se incidió mucho en el hecho de que la lucha y la resistencia de los pueblos no es terrorismo, sino que es el derecho de cada pueblo para escoger las formas que caractericen su lucha.
Por último, los presentes en la reunión se comprometieron a intensificar su lucha en defensa del derecho inalienable de todos los pueblos para decidir por sí mismos y decidir de manera soberana el futuro de su tierra. Los participantes expresaron su solidaridad con la Cuba socialista, exigiendo el levantamiento del bloqueo estadounidense.
Los participantes exigieron:
• La restauración de la soberanía del Líbano y cese de todo tipo de control y bloqueo aéreo, marítimo y fronterizo del Líbano, así como de las violaciones diarias israelíes. Es necesario realizar reformas para contrarrestar la división del Líbano sobre bases étnicas y religiosas.
• La retirada del ejército israelí de los territorios palestinos, libaneses y sirios ocupados desde 1967, el total desmantelamiento de los asentamientos y la demolición del muro israelí. La creación de un estado palestino con Jerusalén como capital, junto a Israel. La solución del asunto de los refugiados y el retorno de los refugiados palestinos según la resolución 194 de la Asamblea de la ONU y en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU relativas al tema.
• La liberación inmediata por Israel de todos los presos políticos libaneses, palestinos y de otros países árabes.
• Un Oriente Medio libre de armas nucleares, comenzando por la eliminación del arsenal nuclear de Israel.
• El fin de las amenazas y los actos de intimidación por parte de los EEUU y otras fuerzas imperialistas contra el pueblo de Siria y la liberación de los Altos del Golán.
• El cese de todas las amenazas de ataque militar o imposición de sanciones económicas contra Irán, así como solidaridad con la lucha del pueblo iraní por la paz, la democracia, los derechos humanos y la justicia social.
• La retirada inmediata de las tropas imperialistas de ocupación de Irak y Afganistán, y el derecho de los pueblos a decidir por sí mismos sobre su propio futuro.
• El cese inmediato de las operaciones militares turcas contra los kurdos en el norte de Irak, que son causa de nuevas intervenciones imperialistas.
• La retirada de las fuerzas turcas de ocupación de Chipre y la solución del problema de Chipre de acuerdo con las resoluciones de la ONU, el derecho internacional y los acuerdos de alto nivel que apuestan por una solución de federación bizonal y bicomunal.
• La retirada de todas las bases militares extranjeras de los países de la región. Los participantes se manifestaron contra el establecimiento de nuevas bases.
En el encuentro se discutieron varias propuestas de iniciativas y acciones conjuntas, incluyendo:
- Visitas de delegaciones conjuntas de Partidos Comunistas y Obreros a los países de la región (especialmente al Líbano, Palestina, Siria e Israel).
- Coordinación en el Parlamento Europeo y en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Invitaciones a los Partidos Comunistas y Obreros de la región, especialmente del Líbano, Palestina, Siria e Israel, a tomar parte en la sesiones del Parlamento Europeo.
- Continuar con las acciones conjuntas y la movilización de los partidos en el presente año. Aprovechar los actos de masas y las iniciativas como festivales, marchass, etc., para el fortalecimiento de la solidaridad.
- Apoyar las movilizaciones en protesta contra los planes imperialistas para un "Nuevo Oriente Medio" con ocasión de la visita de Bush a Oriente Medio en enero de 2008.
- Presionar a todo gobierno que acepte o no reaccione contra el plan para un "Nuevo Oriente Medio" y no condene la agresividad israelí hacia los pueblos de la región, los asentamientos, el muro divisor y el genocidio contra el pueblo palestino.