viernes, 11 de enero de 2008

Los retos del 2008


LOS RETOS DEL 2008


Por Manuel Guerra

El año que se inicia representa un periodo crucial, pues de lo que se haga o deje de hacer en este lapso va a depender en buena medida el desenlace político del quinquenio iniciado con la elección de Alan García.

Empeñada en continuar con la aplicación del modelo neoliberal, la preocupación central de la derecha es impedir la articulación de un bloque popular alternativo con capacidad de disputarle los espacios de gobierno, tal como ha sucedido en otros países de América Latina. Que se repitan los ejemplos de Venezuela, Bolivia y Ecuador constituyen su verdadera pesadilla que necesita conjurar, y para lograrlo viene implementando una estrategia integral, que acciona en los ámbitos ideológicos, políticos y sociales. Partes de esta estrategia son la profundización de la ofensiva mediática para hacer potable el modelo neoliberal y desprestigiar a las organizaciones y liderazgos populares; la campaña divisionista y de enfrentamiento de pueblo contra pueblo, junto a la promulgación de leyes que afianzan el autoritarismo para neutralizar al movimiento social.
La gran tarea para quienes nos inscribimos en la corriente de cambios profundos para el país consiste asimismo en articular una respuesta integral, única manera de disputar con posibilidades de éxito a la hegemonía de las clases dominantes. Las condiciones, tanto dentro como fuera del país, se presentan favorables, pero aprovecharlas requiere de una mentalidad estratégica, de una férrea voluntad para alcanzar los grandes objetivos y de una firme disposición para superar esquemas, errores, estilos o actitudes que han abonado a la división y fragmentación del movimiento social e impedido la constitución de una fuerza política alternativa al orden de cosas existente.

De todo esto se desprenden los grandes retos que debemos asumir sin demora: El primero de ellos consiste en superar la condición meramente oposicionista de los partidos, anclada en el movimientismo, para pasar a constituirse en alternativa política a los grandes problemas del país. Solo desde la esfera de la lucha política, asumiendo un proyecto de desarrollo independiente y la propuesta de una nueva Constitución, cobra sentido la lucha de ideas en el presente, elemento indispensable para disputar la hegemonía de las clases dominantes.

El segundo reto consiste en construir la gran unidad del pueblo peruano para lograr los grandes cambios que el Perú requiere. Debemos trabajar arduamente para superar la dispersión y fragmentación de las organizaciones populares, fortalecer los gremios, los frentes regionales, las organizaciones campesinas, los movimientos femeninos y juveniles, las organizaciones barriales, incorporar a los movimientos ecologistas, defensores de derechos humanos, sectores de la iglesia progresista, sectores patrióticos, nacionalistas y democráticos, que junto con la izquierda socialista levantan las banderas de cambio para el Perú. En el 2007 se constituyó la Coordinadora Política y Social, que protagonizó las jornadas de Julio y Noviembre y que representa un paso adelante y una base importante para avanzar en esta gran tarea unitaria, la que debe arribar a la Asamblea de los pueblos del Perú. Esta gran unidad necesita de una plataforma que le de horizonte y consistencia.

Sin duda el 2008 no será un lecho de rosas. La profundización del modelo, la postergación de las demandas populares, el entreguismo y la corrupción, la intolerancia y la prepotencia del gobierno, tendrán como respuesta un ascenso de las luchas populares. Quienes oficiamos de vanguardias tenemos el reto de darle consistencia y horizontes a estos movimientos, evitar que se desgasten y cosechen derrotas.

Como dijimos, debemos también asumir el reto de superar la mentalidad y estilos sectarios, la estrechez de miras que non lleva a disputas estériles para beneplácito del enemigo de clase. Cada organización política tiene el perfecto derecho de ensanchar su espacio de influencia y pretender la hegemonía, pero hay que hacerlo con métodos adecuados, poniendo a prueba la justeza de sus planteamientos, trabajando honestamente en las bases.

En lo que respecta a nuestro Partido, además de lo mencionado, en el 2008 tenemos los retos de trabajar por el éxito de la II Conferencia del Trabajo Educacional, el III Congreso del MNI y la campaña de recolección de firmas para su inscripción en el registro de organizaciones políticas, el Congreso de la Juventud Comunista y el VIII Congreso del Partido, todo lo cual nos debe permitir ponernos en mejores condiciones para afrontar nuestra responsabilidad en la lucha de clases que caracteriza el presente periodo.

Estamos convencidos que el 2011 puede marcar un punto de quiebre de alcances estratégicos, en la medida que los sectores del cambio accedan al gobierno del país. Por tanto no se trata de un proceso eleccionario más. Así lo entienden la derecha y el imperialismo y desde hoy trabajan por bloquear esa posibilidad. Nos corresponde trabajar desde hoy para alcanzar el éxito, porque la victoria se construye, no viene de regalo; por ello decíamos que lo que hagamos en el presente año incidirá en el desenlace del periodo.

Un triunfo de los sectores del cambio, no hará sino agudizar las contradicciones, abriendo un periodo de mayores confrontaciones. Para nosotros que tenemos un horizonte socialista y comunista todo esto no representan sino caminos que nos aproximan a nuestros grandes objetivos.