Por Luis Gárate*
Nuevamente Corea del norte regresa a la primea línea de la controversia mundial tras haber realizado una prueba nuclear, que demuestra su capacidad tecnológica y militar ante la política intimidatoria de Estados Unidos y sus aliados.
La prueba atómica subterránea de la República Popular Democrática de Corea (Corea del norte) que, según algunos especialistas rusos habría sido de un dispositivo de 20 kilotones (equivalentes a unos 20 mil Kg. de dinamita), remeció el último 25 de mayo a la península coreana en un momento donde el diálogo con la vecina Corea del sur y occidente está entrampado.
Precisamente el principal mecanismo diplomático, las conversaciones de 6 partes entre Corea del Norte, Corea del sur, China, Rusia, Japón y Estados Unidos se ha obstruido en los últimos meses ante la decisión norcoreana de seguir con el desarrollo de su infraestructura energética atómica.
Para gran parte de los poderes hegemónicos como Estados Unidos y la Unión Europea este acto ha generado las más duras condenas, acusando a la RPDC de “amenaza” para Corea del sur y para la región. Una muestra más del deseo de algunas potencias de mantener el monopolio del poder nuclear.
Esta nueva prueba nuclear sin duda complica la situación de la política exterior de Rusia y de la República Popular China, tradicionales aliados de Corea del norte. En primer lugar porque Rusia y China son también potencias nucleares y quieren mantener un cierto equilibrio con las potencias occidentales y en la región asiática con los últimos incorporados India y Pakistán.
Cabe recordar que el cuestionamiento más reciente a la RPDC ocurrió tras el lanzamiento del cohete que transportaba el satélite civil Kwangmyongsong-2 el pasado 5 de abril. Después del lanzamiento, el gobierno de la RPDC expulsó a los inspectores nucleares de la ONU arguyendo que hay un “doble estándar internacional” para los países en el tema del uso de tecnología espacial y el de armas nucleares.
Ciertamente cualquier acción vinculada a temas aeroespaciales y militares de realice la RDPC es y será señalada en la gran prensa occidental como una amenaza, y es que la RPDC está tratando de reforzar su capacidad de negociación y de juego en el tema de las conversaciones con Estados Unidos, con el sur y en la manera que es tratada en el escenario internacional.
El gobierno norcoreano con la política de priorización militar conocida como Songun busca dotarse de una buena capacidad defensiva ante la política guerrerista e intervencionista norteamericana desplegada con el pretexto de acabar con el terrorismo, y no verse avasallada como ocurrió con Afganistán e Iraq. Sin embargo el gobierno de la RPD de Corea debería relanzar una política de más apertura y diálogo con el mundo, porque su incorporación al club nuclear ocasionará una mayor ofensiva para aislarla en la escena internacional.
*Periodista y militante de la JotaCé- Patria Roja
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