martes, 18 de marzo de 2008

LAS CUMBRES Y LA DERECHA

CUMBRE SOCIAL DE LOS PUEBLOS

Por Manuel Guerra


La derecha peruana pretende presentar la Quinta Cumbre de Presidentes de la Unión Europea, América Latina y El Caribe, a realizarse en nuestro país en el mes de mayo, como un gran acontecimiento donde todas las ventajas y oportunidades jugarán a favor de los países de esta región, y que por tanto cualquier posición discrepante es una especie de aguafiestas a la que hay que conjurar. El solo anuncio de una Cumbre Alternativa de los Pueblos ha puesto los pelos de punta al oficialismo, que ha echado a andar toda una campaña represiva e intimidatoria para poner en jaque a sus organizadores.

Para la Unión Europea esta Cumbre se inserta en su estrategia de “Una Europa Global: Compitiendo en el Mundo”, es decir avanzar en la conquista de mercados, zonas de influencia y control de los recursos naturales, disputando espacios al imperio norteamericano y a otros bloques que se han configurado en diversas regiones del planeta. Su interés es avanzar en la plasmación de un área de libre comercio entre ambas regiones, en el marco de los tratados comerciales inspirados en la globalización neoliberal, donde la regla de oro es la máxima ventaja y libertad para las transnacionales. Esta es la motivación de fondo que pretende ser ocultada con temas como la lucha contra la pobreza y preservación del medio ambiente, útiles desde el punto de vista mediático, pero del todo impracticables en el contexto del capitalismo salvaje, hoy en boga.

Como se sabe, en los países europeos se han endurecido las políticas migratorias, que junto a la xenofobia afectan a muchos latinoamericanos. La libertad que se pregona es para los capitales y mercancías hacia nuestras regiones, pero no para las personas del tercer mundo que se ven impelidas a emigrar en busca de trabajo y oportunidades. Asimismo transnacionales europeas se han afincado en nuestros países para saquear los recursos naturales y depredar el medio ambiente, violando la soberanía de nuestros países y conculcando los más elementales derechos laborales. Remediar esta situación no está en el cálculo de las potencias europeas, ni de la derecha latinoamericana promotora de la exportación de materias primas y subordinación al capital extranjero como elementos centrales de lo que consideran desarrollo. Sin duda la nota discordante lo pondrán los mandatarios de Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros, defensores de la soberanía e integración latinoamericana y de modelos de desarrollo independiente, contra quienes, coincidentemente, se viene desatando una feroz campaña de desprestigio.

Son cada vez mayores los pueblos que creen que es posible y necesaria una integración de los países distinta a la globalización neoliberal, donde los acuerdos comerciales no signifique el atropello al más débil, ni la exclusión a las mayorías, donde junto a las relaciones económicas se establezca el respeto a los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, la cooperación científica y tecnológica, la voluntad de acabar con el hambre, las enfermedades crónicas, donde reine la paz y se ponga coto a toda forma de intervencionismo, y se ponga fin al despilfarro y el consumismo. En diversas partes del mundo los pueblos accionan levantando estas banderas, convencidos que un mundo mejor es posible y que hay que trabajar para conquistarlo.

Este es el propósito de la Cumbre Social de los pueblos que se llevará a cabo del 12 al 16 de mayo, paralelamente a la Cumbre de Presidentes. Este es un evento convocado a iniciativa de Enlazando Alternativas 3 y que cuenta con la participación de las más representativas organizaciones sociales y políticas peruanas, tanto de la capital, como del interior del país, que se inscriben en el cambio. Asimismo contará con la participación de delegaciones similares de Europa y América Latina. Se trata de un foro donde se discutan y propongan alternativas a los graves problemas que atraviesa la región. En tal sentido es un importante escenario de la lucha de ideas, donde a su vez se avanzará en el proceso de construir la más amplia unidad para lograr los grandes cambios que el Perú demanda. Es consenso entre los participantes que la confluencia de las organizaciones sociales y políticas lograda para la Cumbre Social, se proyecte en el largo plazo en torno a un programa y plataforma de lucha.

La Cumbre Social de los Pueblos no debe ser un acto puramente académico; debe ser también un escenario de movilización social y política. Juntamente a la participación en los diversos talleres para debatir los ejes temáticos, se prevé la realización de actos de masas, como la recepción a los Presidentes amigos y un mitin que cerrará el evento y se darán a conocer las conclusiones. A contrapelo de los planes de la derecha, la Cumbre Social de los Pueblos se convertirá en uno de los principales escenarios de lucha contra el neoliberalismo en el presente año.