domingo, 30 de marzo de 2008

Joven Combatiente


Día del Joven Combatiente: con la mente fría y el corazón ardiente
Reinaldo Troncoso



“Por la alegría he vivido,
por la alegría he ido al combate,
por la alegría muero.
Que nunca el ángel de la tristeza sea unido a mi nombre.
Hombres velen porque yo os
amé.”


(Julius Fucic. Combatiente comunista Checoslovaco*)



El dolor, la esperanza y la lucha, siempre se funden dialécticamente en la vida de los pueblos. Hace ya 23 años de aquel momento estremecedor. A través de los medios de comunicación o de boca en boca, ese día y el siguiente nos enterábamos de la terrible noticia y sólo nuestras miradas hablaban del real significado que tenía para nosotros aquel tiempo aciago, pero paradójicamente fecundo a la vez, y también casi interminable. Con Rafael y Eduardo aumentaban a dos las bajas en el campo obrero y popular. Esa vez se trataba de dos muchachos que llamados por la historia, decidieron andar los caminos del compromiso y la lucha revolucionaria y como toda vocación, este llamado les arranca del sosiego, del afecto y la calidez de su familia. La adolescencia de Rafael y la juventud de Eduardo, se transforman precozmente en vida de adultos, y la inocencia y candidez se baten en retirada para dar lugar a la agudeza de los sentidos pues el peligro estaba agazapado en todas las esquinas y rincones de nuestra patria. Ellos como muchos revolucionarios y pese a sus cortas edades debieron construirse una voluntad de hierro, pero, sin dejar de cargar la generosidad proletaria que aprendieron de su pueblo. De este modo asumieron las tempestades de la lucha de clases y los ejemplos del Che, de Miguel y del Cristo de la historia, brillaron animando y acompañando esas jornadas de jóvenes quijotes.


No fue esa rebeldía primitivamente biológica, no fue ese descontento ciego, infame, iracundo, lo que los condujo a la lucha revolucionaria. Sin duda, como a muchos de los hijos de nuestro pueblo, las condiciones materiales objetivas, como el hambre y la miseria, las carencias y los atropellos a la vida y la dignidad humana, vividas como un destino trágico cada día, sin duda, esa realidad de opresión e injusticia, se encontraban en la base de aquella opción política. Sin embargo, estos factores de por sí importantes, no constituyeron las únicas razones que a estos hermanos les condujo al compromiso de clase. A la luz de los recuentos, muchos que con el correr de los años se extraviaron hacia el pantano, hubiesen querido un recuerdo vacío de conflicto, vacío de cuestionamiento, inmaculado de los odios y de la violencia que contienen los antagonismos históricos, en fin; un recuerdo ahistórico. Sólo podemos decir que es imposible tapar el sol con un dedo. Rafael y Eduardo se plantearon recorrer un camino difícil, complejo; que les exigió audacia, compromiso, madurez y por sobre todo humildad. Ellos no antepusieron la soberbia para negociar su incorporación a la lucha revolucionaria. a pesar de su juventud, generosamente se subordinaron a una organización vertical en sus orientaciones y mando y con orgullo y disciplina asumieron la militancia marxista-leninista. Los hermanos Vergara Toledo se sumaron racionales y con plena conciencia de su compromiso de clase, a un proyecto de carácter revolucionario en su proceso y de carácter socialista en su objetivo estratégico. Jamás rondó por sus cabezas la idea de que estuviesen siendo utilizados por elementos inescrupulosos porque ellos tuvieron siempre claro donde estaba y quien era el enemigo.


La vida de entonces nos apuraba el tranco, la dictadura de los monopolios pesaba de forma terrible en las espaldas de nuestro pueblo y también cansaba, pero Rafael, Eduardo, la Paulina Aguirre, el Oscar Fuentes, el Patricio Manzano, el Carlos Godoy, el Mauricio Maigret; todos ellos, no se rendían, no capitulaban y seguramente por esos empeños la historia los hace jóvenes combatientes.

LA SANGRE Y LA ESPERANZA


La lucha callejera, la marcha, las piedras, todas estas expresiones elementales de la rebeldía popular, siendo importantes, no definen del todo el perfil de un revolucionario; ni siquiera las armas o esa infaltable capucha que resguarda la identidad enfrente del enemigo. Todos esos muchachos y muchachas alcanzaron la estatura del revolucionario porque asumieron un proyecto de transformaciones radicales, como lo es el proyecto de construir para Chile una sociedad socialista. La faena de todos ellos no fue solamente la resistencia y lucha antidictatorial, ellos al hacer suyo el norte socialista, estaban asumiendo un desafió más profundo y más integral que simplemente derrocar un tirano de turno. Esa apuesta venía de lejos y ellos toman generosa y conscientemente ese legado, ellos eran los nuevos comunistas. Y todos estos jóvenes se aliaron a ese pasado de lucha y combate del movimiento obrero y popular, porque fueron cruzados por las mismas condiciones históricas y materiales, fueron provocados por las circunstancias a dar una lucha sin cuartel contra el hambre y la miseria de su clase, las mismas condiciones con las que el capitalismo generó líderes y dirigentes proletarios. Todo ese importante legado que proviene de la práctica organizadora y educadora de Luis Emilio Recabarren, del esfuerzo militante de Elías Lafferte, de la perseverancia unitaria y conductora de Salvador Allende, de la decisión armada de Miguel Enríquez, ejemplos que constituyeron una forma de mirar el mundo; opuesta, antagónica, enemiga del capital. Así y todo, siendo esta visión socialista, una perspectiva histórica luminosa para nuestro pueblo, no dejó de moverse como en las imágenes literarias de Nicómedes Guzmán: entre la sangre y la esperanza.


Nos encontrábamos parapetados en las trincheras de la esperanza, desde allí con los sentidos alertas, respondíamos a nuestros enemigos con las armas que ellos más temían: la conciencia, la organización y la disposición a darlo todo incluso la vida; por nuestros hermanos de clase. No fue el dedo de Lagos lo que aterrorizó a Pinochet, no, ya mucho antes los jóvenes revolucionarios desafiando peligros reales construían conciencia, unidad, organización y estimulaban a los sectores oprimidos a movilizarse contra la dictadura. Ellos dieron los primeros pasos de la reactivación popular, desde la clandestinidad organizaron las primeras formas de resistencia a la ofensiva sanguinaria de los patrones, estuvieron en la primera línea de combate rearmando la conciencia, reconstruyendo la voluntad de lucha del pueblo y rehaciendo la confianza en su propia fuerza. Esto fue así, desde el mismo momento del golpe y Chile hoy posee un listado numeroso pero incompleto de muertos y sobrevivientes que lucharon con todas sus fuerzas por una sociedad justa e igualitaria para nuestro país. Nuestros muertos, no estuvieron jamás en un espacio televisivo, a no ser sus cuerpos acribillados a balas y además escarnecidos por el sadismo dictatorial. Nuestros hermanos, con su heroísmo y consecuencia revolucionaria, si prepararon condiciones que posibilitaron en los años 80 generalizar y extender la lucha democrática y popular, condiciones que obviamente el pragmatismo y oportunismo pequeño burgués de la renovación socialista y la oposición burguesa, aprovecharon para ponerse a la cabeza de la conciliación (“Acuerdo Nacional”) con la dictadura.


Sobrevino la derrota, nos atomizamos, nos fragmentamos, nos dispersamos. La memoria histórica se exilia de la cabeza de millones de personas de nuestra propia condición, la identidad de clase se convierte en un producto híbrido de naturaleza imperialista. Nos introducimos en un gran paréntesis, no sabemos qué hacer ni qué decir.


Sin embargo, nunca dejó de ocurrir que muchos, aunque no todos, de los que ayer nos encontrábamos parapetados en las trincheras de la esperanza, muchos; sentimos y decidimos no abandonar y menos olvidar a nuestros muertos. Y por eso, cada 29 de marzo; cada 1 de mayo; cada 11 de septiembre; cada 5 y 8 de octubre; marchamos, cantamos, discurseamos, declamamos y peleamos por que algún día la justicia que por tantos años nos han negado, podamos nosotros definitivamente instalarla en el corazón de nuestra patria.


Mientras tanto, como un homenaje diario a cada uno de nuestros hermanos caídos por la justicia y el socialismo; cumplamos la tarea de unir, organizar, movilizar. Levantemos como banderas de lucha todas las demandas populares, impulsemos con los trabajadores y los sectores populares organizaciones democráticas independientes, y que estas organizaciones democrática-populares expresen en cada frente social el esfuerzo de reconstrucción real del movimiento obrero y popular.

Porque la lucha continúa...



¡ HONOR Y GLORIA A LOS JOVENES REVOLUCIONARIOS CAIDOS EN LA LUCHA ¡


(*) Fucic Julius: Miembro del Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco, detenido durante la invasión nazi, sometido por varios meses a prisión y torturas para finalmente morir decapitado por sus verdugos. Dejó escrito un testamento político que años después sería publicado por su compañera Gusta Fucikova con el titulo de “Reportaje al pié del Patíbulo”.

viernes, 28 de marzo de 2008

Editorial AVANTI

AVANTI
Órgano Informativo del círculo Antonio gramsci / JotaCé - Patria Roja
Facultad de Derecho y Ciencia Política – UNMSM

Nuestro trabajo comenzó en el 2006 por estos mismos días, fue difícil empezar de la nada y afrontar varias trabas y obstáculos, pero lo hicimos con la misma convicción con la cual hoy les extendemos este mensaje.

Desde el primer día nos comprometimos en buscar una manera diferente y mejor de hacer política revolucionaria, mostrándonos como somos sin necesidad de fachadas, debatiendo y exponiendo nuestras ideas cuando sea requerido sin esperar el circo electoral, tratando a los estudiantes con sinceridad sin verlos como simples votos, sino como los estudiantes que somos todos.

Los ataques no se hicieron esperar, venían desde quienes se colocan a nuestra “izquierda” o de aquellos que se colocan a nuestra derecha. A pesar de esos condicionamientos mantuvimos y mantenemos firmes nuestras banderas de rebeldía y alegría, no nos arrepentiremos jamás de buscar nuevas formas y nuevos caminos para construir la utopía socialista.

En estos 2 años de presencia agradecemos profunda y fraternalmente a todos aquellos que estuvieron con nosotros, a los que sin ser militantes, pero que compartiendo nuestro ideal nos apoyaron y apoyan, a los que con franca amistad estuvieron en los momentos mas difíciles y en los más alegres, a las organizaciones amigas con las que hemos compartido proyectos conjuntos.

Este nuevo año representa para nosotros un nuevo gran reto que pretendemos superar ampliamente y para ello los invitamos a todas y todos los jóvenes que quieran caminar junto a nosotros, a ser protagonistas del cambio que el Perú requiere, a luchar dentro y fuera de las aulas, a no solo ser protesta sino también propuesta, a tener fe y a conquistar el pan y la belleza.


¡Alegres, Rebeldes y Combativos por la Revolución y el Socialismo…!





jueves, 27 de marzo de 2008

Jóvenes dan muestra de solidaridad


¡LIBERTAD PARA LOS INJUSTAMENTE DETENIDOS!





domingo, 23 de marzo de 2008

PLANTON POR LA LIBERTAD DE LOS COMPAÑEROS


MARTES 25 A LAS 2:00 PM

PRIMER JUZGADO PENAL SUPRAPROVINCIAL
(Cuadra 1 de la Av. Uruguay)


¡ABAJO LA PERSECUCIÓN POLÍTICA!
¡NO AL ENCARCELAMIENTO POR TENER IDEAS DIFERENTES!


Comisión de Juventud de la Coordinadora Política y Social
CGTP Juvenil, JotaCé, Juventud Comunista Peruana,
Juventud del Partido Socialista, Juventud Nacionalista

martes, 18 de marzo de 2008

CONFERENCIA DEL PC DEL P - PATRIA ROJA EN EVENTO INTERNACIONAL EN MEXICO



XII SEMINARIO LOS PARTIDOS Y UNA NUEVA SOCIEDAD MOVIMIENTOS SOCIALES Y PODER POPULAR EN LA EXPERIENCIA PERUANA


Alberto Moreno Rojas,

Secretario General del Partido Comunista del Perú - Patria Roja


Los acontecimientos políticos en América Latina adquieren una velocidad y profundidad difícil de prever apenas una década atrás. Las experiencias de Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador, México, Uruguay, Nicaragua, en su complejidad, avances, estancamientos o incluso retrocesos que pudieran darse, muestran una región altamente tensionada en lucha por el cambio social y por la independencia y soberanía de las naciones, confrontada con el imperialismo norteamericano, con las burguesías dominantes y entreguistas de cada país, con el neoliberalismo.


En el Perú, luego de un proceso electoral polarizado entre las opciones de cambio o continuismo, se ha instalado un gobierno de orientación socialdemócrata pero que lleva a cabo un programa de derecha y un estilo de gobierno que viene del fujimorismo, cuya estrategia puede resumirse como: profundizar el neoliberalismo en todos sus componentes, alianza estratégica con el imperialismo norteamericano en el exterior y con la derecha política y empresarial, en el interior, asegurar la estabilidad y el orden que necesita recurriendo a métodos cada vez más autoritarios, y, al mismo tiempo bloquear e impedir la construcción de una alternativa de cambios económicos y sociales con vistas a las elecciones del 2011.


Esta contradicción central, que polariza políticamente al Perú, se puede sintetizar como cambio o continuismo neoliberal, que hay que demarcar con precisión e impedir su distorsión por una derecha empeñada en generar su propia oposición. Maniobra que ya está en marcha con iniciativas que se originan en palacio de gobierno y sus instrumentos mediáticos. De cómo se resuelva esta cuestión dependerá el tejido de alianzas que se construya, la plataforma alternativa que se asuma, el adversario contra el cual se enfile el golpe principal, la posibilidad real de acceder al gobierno si se cuenta con una gran unidad política y social para el gran cambio que la sociedad demanda.


Para ello no es ni será suficiente una mayoría electoral que dé origen a un gobierno popular, incluso con mayoría parlamentaria. Será indispensable contar con un pueblo organizado comprometido con el proceso, pues la lucha de clases se agudizará y la confrontación con el imperialismo y sus representantes títeres se tornará más ardua y compleja. Dadas estas condiciones, el movimiento social de avanzada, entendido en su diversidad y riqueza, debe estar necesariamente asociado al Poder popular, pues sin las masas populares organizadas, movilizadas y concienciadas, protagonistas de ese proceso histórico, los cambios fundamentales a los que hay que avanzar serán simplemente imposibles.


Un gobierno de cambios de verdad, sobre todo económicos y sociales, encontrará inevitablemente una resistencia desesperada y articulada de la derecha y el imperialismo. Y aún antes de acceder al gobierno, tratarán de impedirlo por todos los medios, incluidos la división, el macartismo ideológico, la represión o el fraude.


UNA EXPERIENCIA QUE NO ES NUEVA EN PERÚ


Luego del auge revolucionario de los años 60s y 70s se abrió paso, a fines de los 80s, un período de estancamiento del movimiento social y político y de derrota ideológica, que el imperialismo y sus epígonos de la región creyeron permanente o por lo menos duradera. Los hechos, sin embargo, han seguido un camino distinto y hoy nos encontramos no sólo frente a retos enormes sino también a posibilidades extraordinarias a favor de la causa revolucionaria.


El tema de los movimientos sociales, su ubicación estratégica y su aproximación a la cuestión del poder popular adquieren, nuevamente, un lugar fundamental como hecho práctico y como exigencia teórica. Por lo menos este es el caso del Perú.


En la experiencia peruana no es un caso nuevo, sino más bien de cierta antigüedad. Fue planteada con fuerza inusitada en la década de los 70s y parte de los 8os del siglo pasado, en una fase precisamente ascensional del movimiento revolucionario de masas y de crisis del Estado burgués. El reflujo de masas que le siguió, la ofensiva neoliberal, errores propios, la violencia senderista y su hábil utilización por la derecha y sus mentores de Washington; en suma, las derrotas de la izquierda y el movimiento popular de ese período histórico, opacaron la presencia de la democracia directa y los embriones de poder popular que se fueron construyendo, hasta el punto de que muchos que participaron o apoyaron o vieron con simpatía esta experiencia, sobre todo en la intelectualidad, la consideraron agotada confundiendo lo circunstancial con lo sustantivo.


La historia no tiene un curso rectilíneo. Tanto más la lucha revolucionaria y la acción de las masas. Lo importante es percibir la tendencia histórica, las contradicciones fundamentales que abarcan a la sociedad en su conjunto, más que lo transitorio o parcial. Lo nuevo nunca nace depurado del todo ni se instala fácilmente, sino a través de la lucha, de marchas y contramarchas.


Es importante anotar que la izquierda política adquirió en Perú, entre finales de los 70s y la primera mitad de los 80s, una enorme presencia, más importante aún si a ella se suma su influencia en el movimiento sindical, campesino, juvenil, de la mujer y la intelectualidad; en suma, en el pueblo peruano en general. Gran parte de esto, consecuencia de la acumulación de muchos años, se desvaneció en la década de los 90s con una facilidad difícil de expresar. Si su expresión política fue su aglutinamiento en Izquierda Unida, su expresión social fueron los sindicatos, los frente de defensa que florecieron sobre todo en el interior del país, las formas de autodefensa de masas que se construyeron en las áreas rurales, y las asambleas populares como expresión embrionaria de una experiencia de poder basada en las masas organizadas y en lucha.


El problema del Poder, que se creía alcanzable solamente al hacerse del poder estatal, encuentra en estas experiencias, sobre todo en las Asambleas Populares, surgidas generalmente por iniciativa de las masas populares como respuesta a situaciones concretas, expresiones embrionarias, manifestaciones concretas de una nueva forma de organización democrática y estatal, desbordando los marcos de la institucionalidad oficial establecida, de cuyos alcances y posibilidades no siempre tienen conciencia clara sus gestores. De allí el riesgo de que puedan debilitarse o esfumarse en la misma medida en que cede el flujo de sus luchas y no encuentre la vanguardia política capaz de darle proyección y continuidad.


El problema del Poder y de sus implicancias estratégicas es a la vez un problema teórico y práctico. De allí la importancia del entronque entre la teoría, la política revolucionarias y la iniciativa histórica de las masas. Son éstas quienes crean, en medio del torbellino de sus luchas, con iniciativa, formas de organización nuevas, experiencias que luego necesitan sintetizarse, hacerse teoría, que es tarea de la vanguardia política, para luego volver nuevamente a las masas ya elaborada, depurada, tornarse conciencia y nueva práctica ya enriquecida.


Esta relación dialéctica entre movimiento espontáneo y consciencia, entre la práctica de las masas, su generalización teórica y nuevamente la acción práctica revolucionaria, elevada en su contenido, es la que puede permitir vencer el círculo vicioso en el que, por lo general, se mueven los revolucionarios: por un lado, el culto por el movimiento o lucha de masas que se agota en si misma, en el espontaneismo que criticó duramente Lenin en su conocido libro ¿Qué Hacer?; o en el reformismo político que se agota en el parlamentarismo, en el acceso a esferas parciales o secundarias del poder y su dinámica, sin posibilidad de trascenderla, de construir una alternativa visible y accesible para las masas populares, para quienes el Estado y el Poder en general siempre será una abstracción. El Poder concreto debe olerlo, sentirlo, y ello es posible en su acción revolucionaria, en su experiencia directa. Cuando los frentes de defensa, como en el caso de la ciudad de Pucallpa, tomaron el control de la ciudad durante días, y garantizaron el orden y su marcha normal, intuyeron el valor de su fuerza, de su unidad, de su capacidad de autodecisión, de la disciplina y el orden conciente. ¿Qué faltó? Entender que ese poder local alcanzado, aún en su transitoriedad y sus limitaciones, debía extenderse al ámbito nacional, a la conquista de los resortes reales del Poder estatal, es decir elevarse a la acción política y la organización política, en lugar de quedarse en el movimiento. Pero esto es ya tarea de los partidos políticos organizados con ese fin.


La incapacidad para entender la democracia directa, sus potencialidades y posibilidades, impidió que el flujo de masas revolucionario de los 70s y principios de los 80s, pese a contar con expresiones concretas y valiosas surgidas en medio de la lucha de clases y nacional en esos años, pudiera convertirse en una alternativa en oposición al viejo Estado burocrático, centralista y neocolonial, que ejercitara a las masas populares en acción en la tarea de gobernar, capacitándolas para construir una nueva forma de democracia partiendo precisamente de esas formas embrionarias del nuevo Poder popular surgido desde abajo.


MOVIMIENTO SOCIAL Y PODER POPULAR EN EL PERU DE HOY


El concepto movimiento social es muy amplio e impreciso. Es verdad que los conceptos clase y nación no son lo suficientemente abarcadores para incluir los nuevos sujetos sociales ni los nuevos temas que se incorporan a la agenda política. Por ejemplo los de género y diversidad sexual o el tema medioambiental. Ocurre otro tanto con el concepto pueblo, cuyas fronteras no son iguales en todos los países, sociedades y etapas históricas. De allí la importancia de abordarlos de manera concreta en cada situación histórica concreta.


En la experiencia peruana, las distintas expresiones de la democracia directa tuvieron una base social precisa: los obreros a través de sus organizaciones sindicales, los campesinos, la intelectualidad, la juventud, la mujer, en cierto modo también las etnias en la medida que se fueron incorporando, los pequeños empresarios y comerciantes.


La autodefensa campesina surgió fundamentalmente en el Norte del país como respuesta al vacío de Poder y a la inseguridad ciudadana. Una de ellas, las Rondas Campesinas democráticas y autónomas, para enfrentar al abigeato que infestaba las zonas rurales. Frente a la ausencia del Estado o la insolvencia y corrupción del poder judicial para garantizar justicia, optaron por organizarse, controlar los caminos y hacerse justicia por ellos mismos y por sus propios medios, construyendo su propia legalidad y autoridad. Surgió así una forma de poder local con capacidad real de decisión, con democracia participativa entre sus integrantes, con normas propias rigurosamente asumidas, que se extendió a provincias enteras. Frente a las amenazas y sanciones del Poder central para impedirlas, la respuesta fue: "con leyes o sin ellas las rondas continúan". ¿En qué se apoyaban? En la fuerza del número, la organización, la disciplina, la autonomía en sus decisiones.


Los Frentes de Defensa (ahora llevan diversos nombres pero una común manera de organizarse), por lo general de alcance regional, constituyeron la más elevada forma de frente único popular, a partir de reivindicaciones concretas, con la participación de todos los sectores organizados de la población, incluyendo los partidos de izquierda. Tienen como base las organizaciones naturales: sindicatos, comités de barrios, organizaciones juveniles, comerciantes, etc. En los momentos más agudos de la confrontación con el poder central lograron asumir el control de ciudades importantes. En ese lapso ejercieron el poder real con el respaldo de las masas alzadas a la lucha.


La Asamblea Popular fue la coronación de esta experiencia, pues aparecieron como expresiones más claras de poder, de un poder si bien es cierto embrionario con claros atributos de una nueva forma de organización democrática. Si no avanzaron más fue consecuencia de la incapacidad de la izquierda para advertir sus potencialidades revolucionarias, atrapada muchas veces por tradiciones economicistas y espontaneistas, y por el reflujo que se inicia en el segundo quinquenio de los 80s.


La relación movimiento social y poder popular no es lineal. La posibilidad de configuración de éste último, aún en sus formas embrionarias, depende de la profundidad y extensión de las luchas populares, de los vacíos o fisuras que presenta el Estado y sus instituciones, de la capacidad para vencer tradiciones que restringen el accionar de las masas a sus formas de organización y lucha conocidos, y de una fuerza de vanguardia asentada en ellas capaz de aprovechar su iniciativa histórica y señalarles un derrotero. El movimiento espontáneo tiene virtudes, también límites. Solamente su relación con la política y con el grado de conciencia de los cambios que hay que producir, permitirá aprovechar sus potencialidades y alzarse hasta convertirse en una alternativa real de poder, no sólo local o embrionario, sino nacional.


Esa potencialidad revolucionaria es de la mayor importancia, reconociendo las singularidades de cada país o situación histórica. En el caso de Perú, ésta es una perspectiva de primera importancia. Perderla de vista entusiasmado por los resultados electorales, en la creencia de que es suficiente para contener la contraofensiva de la derecha y el imperialismo y para llevar a cabo los grandes cambios económicos y sociales, puede resultar un error estratégico fatal.


UNA OPORTUNIDAD HISTORICA


En las nuevas condiciones políticas de flujo creciente de la lucha de masas después de casi dos décadas de estancamiento, de polarización política entre cambio o continuismo neoliberal, de resistencia a la desnacionalización de la economía en la que están comprometidos los gobiernos que vienen de Fujimori en adelante, incluyendo el de García, adquiere un significado especial el resurgimiento de estas formas de organización y lucha populares.


Nos encontramos ante la posibilidad real de alcanzar, en las elecciones del 2011, un gobierno de orientación popular, nacionalista y de izquierda. En 2006 se mostró plenamente esta tendencia. El gobierno de coalición derechista con García a la cabeza tiene menos de 30 por ciento de simpatía ciudadana. Crece el descontento y crece también el sentimiento de cambios en el rumbo económico, de modo que el crecimiento de estos años alcance al pueblo en lugar de concentrar la riqueza en beneficio de las transnacionales.


Conciente de esta realidad la derecha se ha reagrupado en un bloque unificado para sostener el modelo neoliberal y profundizar su aplicación. En segundo lugar para impedir la instalación de un gobierno de cambios para el Perú. Cuenta a su favor con la enorme dispersión del bloque popular, sobre el cual presiona para profundizar su división.


La única respuesta posible es la unidad más amplia, política, social, cultural, y la configuración de un bloque alternativo popular y nacional. Por eso es justa la consigna: ¡Gran unidad para un gran cambio! que corresponde al sentimiento de un amplio sector de la población peruana. Esta es la tarea estratégica a resolver en este período, y en ella cabe como un eje fundamental, el movimiento social.



Lima, 12 de marzo de 2008.

LAS CUMBRES Y LA DERECHA

CUMBRE SOCIAL DE LOS PUEBLOS

Por Manuel Guerra


La derecha peruana pretende presentar la Quinta Cumbre de Presidentes de la Unión Europea, América Latina y El Caribe, a realizarse en nuestro país en el mes de mayo, como un gran acontecimiento donde todas las ventajas y oportunidades jugarán a favor de los países de esta región, y que por tanto cualquier posición discrepante es una especie de aguafiestas a la que hay que conjurar. El solo anuncio de una Cumbre Alternativa de los Pueblos ha puesto los pelos de punta al oficialismo, que ha echado a andar toda una campaña represiva e intimidatoria para poner en jaque a sus organizadores.

Para la Unión Europea esta Cumbre se inserta en su estrategia de “Una Europa Global: Compitiendo en el Mundo”, es decir avanzar en la conquista de mercados, zonas de influencia y control de los recursos naturales, disputando espacios al imperio norteamericano y a otros bloques que se han configurado en diversas regiones del planeta. Su interés es avanzar en la plasmación de un área de libre comercio entre ambas regiones, en el marco de los tratados comerciales inspirados en la globalización neoliberal, donde la regla de oro es la máxima ventaja y libertad para las transnacionales. Esta es la motivación de fondo que pretende ser ocultada con temas como la lucha contra la pobreza y preservación del medio ambiente, útiles desde el punto de vista mediático, pero del todo impracticables en el contexto del capitalismo salvaje, hoy en boga.

Como se sabe, en los países europeos se han endurecido las políticas migratorias, que junto a la xenofobia afectan a muchos latinoamericanos. La libertad que se pregona es para los capitales y mercancías hacia nuestras regiones, pero no para las personas del tercer mundo que se ven impelidas a emigrar en busca de trabajo y oportunidades. Asimismo transnacionales europeas se han afincado en nuestros países para saquear los recursos naturales y depredar el medio ambiente, violando la soberanía de nuestros países y conculcando los más elementales derechos laborales. Remediar esta situación no está en el cálculo de las potencias europeas, ni de la derecha latinoamericana promotora de la exportación de materias primas y subordinación al capital extranjero como elementos centrales de lo que consideran desarrollo. Sin duda la nota discordante lo pondrán los mandatarios de Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros, defensores de la soberanía e integración latinoamericana y de modelos de desarrollo independiente, contra quienes, coincidentemente, se viene desatando una feroz campaña de desprestigio.

Son cada vez mayores los pueblos que creen que es posible y necesaria una integración de los países distinta a la globalización neoliberal, donde los acuerdos comerciales no signifique el atropello al más débil, ni la exclusión a las mayorías, donde junto a las relaciones económicas se establezca el respeto a los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, la cooperación científica y tecnológica, la voluntad de acabar con el hambre, las enfermedades crónicas, donde reine la paz y se ponga coto a toda forma de intervencionismo, y se ponga fin al despilfarro y el consumismo. En diversas partes del mundo los pueblos accionan levantando estas banderas, convencidos que un mundo mejor es posible y que hay que trabajar para conquistarlo.

Este es el propósito de la Cumbre Social de los pueblos que se llevará a cabo del 12 al 16 de mayo, paralelamente a la Cumbre de Presidentes. Este es un evento convocado a iniciativa de Enlazando Alternativas 3 y que cuenta con la participación de las más representativas organizaciones sociales y políticas peruanas, tanto de la capital, como del interior del país, que se inscriben en el cambio. Asimismo contará con la participación de delegaciones similares de Europa y América Latina. Se trata de un foro donde se discutan y propongan alternativas a los graves problemas que atraviesa la región. En tal sentido es un importante escenario de la lucha de ideas, donde a su vez se avanzará en el proceso de construir la más amplia unidad para lograr los grandes cambios que el Perú demanda. Es consenso entre los participantes que la confluencia de las organizaciones sociales y políticas lograda para la Cumbre Social, se proyecte en el largo plazo en torno a un programa y plataforma de lucha.

La Cumbre Social de los Pueblos no debe ser un acto puramente académico; debe ser también un escenario de movilización social y política. Juntamente a la participación en los diversos talleres para debatir los ejes temáticos, se prevé la realización de actos de masas, como la recepción a los Presidentes amigos y un mitin que cerrará el evento y se darán a conocer las conclusiones. A contrapelo de los planes de la derecha, la Cumbre Social de los Pueblos se convertirá en uno de los principales escenarios de lucha contra el neoliberalismo en el presente año.

viernes, 7 de marzo de 2008

Jornada por Colombia

JORNADA POR COLOMBIAby Jota Cé Thursday, Mar. 06, 2008 at 4:17 PM

Militantes de la Juventud Comunista del Perú-Patria Roja, la Juventud del Partido Socialista y otros colectivos realizaron un plantón frente a la Embajada de Colombia, reclamando el acuerdo humanitario y contra la intervención imperialista.





Una veintena de jóvenes gritaron consignas por la paz y contra la política guerrerista del presidente colombiano Álvaro Uirbe, y por una salida política y negociada al confliclto armado que vive Colombia hace más de 50 años.





Asimismo se hizo presente Lourdes Bruckman de la Coordinadora Política y Social (partidos de izquierda y organizaciones populares) para entregar una carta a la embajada.






Así nos vió el mundo. La JotaCé presente a pesar de las dificultades







Militantes de Izquierda marcharon frente a la embajada colombiana






Medio centenar de jóvenes militantes de partidos de izquierda se manifestaron frente a la embajada colombiana en Lima para exigir al Gobierno de Álvaro Uribe que ponga alto a la crisis desatada en la región y en reclamo de una solución pacífica a la violencia política en Colombia.

En la concentración, que duró pocos minutos, algunos de los manifestantes depositaron flores blancas en la puerta de la sede diplomática como "símbolo de paz" y para demostrar que los "jóvenes están por el diálogo", dijo a Efe Magalí Rosado, secretaria general de las Juventudes de Patria Roja, uno de los grupos convocantes.

"Hay una inminente amenaza de conflicto en la región y nosotros apostamos por la paz, rechazamos el terrorismo venga de donde venga", afirmó.

Rosado señaló que "el Gobierno de Uribe ha demostrado que no tiene la menor intención de llegar a un acuerdo y que está por la vía de generar un conflicto en la región", tras la incursión militar colombiana en Ecuador, en la que murió el "número dos" de las FARC, "Raúl Reyes".

Durante la marcha se leyó un documento de condena al "asesinato" de 24 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por parte del Ejército colombiano, "cuando se encontraban descansando".

Dichos hechos, indicó el texto, "boicotean el acuerdo humanitario" entre el Gobierno colombiano y el grupo guerrillero que permita canjear a un grupo de secuestrados por rebeldes presos, y "desestabilizan la región".

Asimismo, el documento expresó su "solidaridad" con el Gobierno ecuatoriano, que rompió relaciones diplomáticas con Colombia, frente a la "agresión de las fuerzas armadas colombianas".

Antes de disolverse, los manifestantes gritaron consignas contra Estados Unidos y contra el Gobierno de Colombia.



EFE

martes, 4 de marzo de 2008

Algo más de Colombia

Pasarse de la raya

Por Horacio Verbitsky

La incursión armada colombiana en territorio de Ecuador plantea el mayor desafío que la Confederación de Naciones de Sudamérica haya conocido en su corta existencia.
No se trató de una agresión convencional por cuestiones limítrofes, al estilo de las que en el siglo pasado enfrentaron a distintas naciones andinas. Lo que se desplegó aquí es una nueva y perversa concepción: la denominada guerra contra el terrorismo, que habilitaría a ignorar límites, tanto geográficos cuanto políticos y morales.
Las explicaciones del gobierno del presidente colombiano Alvaro Uribe agravan la situación. Primero pretendió que el enfrentamiento había ocurrido dentro de su territorio. Cuando esa versión se tornó insostenible afirmó que sus tropas se habían pasado de la raya en la persecución a un destacamento de las FARC-EP. Tampoco eso era cierto. El segundo jefe de esa organización, Raúl Reyes, fue bombardeado mientras dormía y la incursión terrestre posterior sólo tuvo el propósito de rematar a los sobrevivientes y apoderarse del cadáver de Reyes, que luego fue objeto de una exhibición propagandística.
Cuando el presidente ecuatoriano Rafael Correa reiteró su condena a las acciones y a los métodos de las FARC pero advirtió que no admitiría el ultraje a su soberanía, el gobierno de Colombia explicó que se había tratado de un golpe preventivo. Así pasó de la mentira voluntaria a la justificación inadmisible.
La doctrina del preemptive strike, expuesta en la academia militar de West Point por el presidente de los Estados Unidos, George W.Bush el 1 de junio de 2002, declara caducas las doctrinas de contención y disuasión de la guerra fría y consagra como única estrategia posible el golpear primero. “Debemos llevar el combate al enemigo, frustrar sus planes y enfrentar las peores amenazas antes de que se concreten”, dijo. Así, destruye las bases jurídicas que permiten la existencia de una comunidad internacional organizada sobre principios racionales y con intenciones pacíficas. En su lugar consagra la ley del más fuerte.
El gobierno colombiano sostuvo también que entre la información capturada a Reyes figuraban sus contactos con el canciller ecuatoriano Gustavo Larrea. ¿De qué extrañarse, si Reyes era el encargado de las negociaciones con los gobiernos extranjeros, como confirmó de inmediato el canciller francés Bernard Kouchner? En la documentación difundida por el director de la Policía Nacional de Colombia, Oscar Naranjo, Reyes transmite al secretariado de las FARC el interés del gobierno ecuatoriano por una solución política, pero también una gestión estadounidense ante el canciller Larrea.
“Los gringos”, dice sin más precisiones Reyes, le pidieron al gobierno de Quito que transmitiera a las FARC el interés de conversar, porque el nuevo presidente será Barack Obama y “no apoyará el Plan Colombia ni el Tratado de Libre Comercio”. Hay buenos motivos para creer que esas negociaciones, las ya entabladas y las que pudieran abrirse luego del cambio de gobierno en Washington, hayan sido el principal blanco que procuró impactar Uribe. Ya había dado un indicio hace dos meses, cuando hizo todo lo que pudo para frustrar la misión humanitaria de la que participó el ex presidente Néstor Kirchner y que incluía a Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador y Francia.
Los grandes éxitos que Uribe ha conseguido al empujar a las FARC hacia el corazón de la selva, despejando las ciudades y las rutas principales, son el principal activo con que cuenta para forzar una reforma constitucional que le permita aspirar a un tercer mandato. Dados sus altos índices de popularidad, no parece lejos de su alcance siempre que consiga remover el obstáculo legal. El cadáver del negociador de las FARC-EP es un trofeo valioso en ese camino tan peligroso para la democracia en Colombia y para la paz en Sudamérica.
Colombia se desangró durante décadas, sin que los vecinos hicieran otra cosa que quejarse por la intromisión estadounidense, que encontró en las guerrillas y en su nexo con las organizaciones que abastecen de sustancias estupefacientes a su mercado, el pretexto intervencionista perdido con la finalización de la guerra fría.
Los gobiernos progresistas de Sudamérica quebraron esa abstinencia suicida y decidieron involucrarse en el conflicto. Los presidentes de la Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Uruguay coinciden en buscar una salida negociada, porque éste es el tiempo de la democracia y de los medios pacíficos y no el de la lucha armada para la toma del poder y el establecimiento de la dictadura del proletariado y porque Colombia es demasiado importante como para dejarla en manos del Comando Sur.
Hasta los ex guerrilleros que gobiernan Cuba y Nicaragua comparten esta apreciación. La novedad más reciente es que también los gobiernos de España, Francia y Suiza están dispuestos a participar en la búsqueda de ese desenlace. Con casi todos ellos, y también con el presidente de México, habló ayer Rafael Correa para comprometerlos en la elaboración de una propuesta conjunta que impida el derrame del conflicto colombiano.
El canciller argentino Jorge Taiana, quien regresará hoy al país, habló desde Ginebra con sus colegas de la región y con algunos presidentes, como Lula. Lo mismo hizo desde Olivos la presidente Cristina Fernández.Apenas desentonaron en esta polifonía el presidente venezolano Hugo Chávez y el ex presidente de Cuba, Fidel Castro. Chávez ordenó por televisión desplegar su Fuerza Aérea y enviar divisiones de tanques a la frontera colombiana. Es sólo una bravata verbal, incomparable con la terrible agresión colombiana a Ecuador, pero contribuye a la creación del clima bélico que para nada conviene a Sudamérica y desplaza el eje de la discusión. Desde su retiro, Castro escribió que oye sonar en el sur del continente “las trompetas de la guerra”.
Está claro que no la desea, pero hasta mentar su posibilidad es imprudente en un momento tan crítico.Con cualquier justificación que se intentara darle, una escalada bélica en Sudamérica sería el peor de los crímenes y la más contraproducente respuesta a la provocativa actitud de Uribe, porque proveería de nuevos argumentos al intervencionismo estadounidense. Nunca como ahora han sido tan promisorias las perspectivas para una región que tiene definitiva conciencia de la unidad de sus intereses y de su destino.
Sus presidentes dialogan con confianza en la búsqueda del bienestar de sus pueblos, con una sinceridad y una frecuencia sin precedentes.La responsabilidad mayor la tienen Brasil y la Argentina, pilares del MERCOSUR, que constituye a su vez la columna vertebral de la Confederación Sudamericana. Si esas voces prevalecen podrán fijar, en acuerdo con la Unión Europea, las grandes líneas de un acuerdo que exponga a la última guerrilla de América a los vientos de la historia, que no han soplado hacia donde el ahora octogenario Manuel Marulanda creía cuando era un joven campesino atraído por la utopía comunista; que devuelva a sus rehenes a la vida, que frustre el intervencionismo estadounidense y asegure la paz que tanto anhela Colombia. En lo más negro de la noche, es cuando más cerca está el amanecer.

lunes, 3 de marzo de 2008

6 de Marzo

Jota

Juventud Comunista del Perú

Patria Roja




Jueves 6 de Marzo:


Jornada mundial Por el Acuerdo Humanitario
y en rechazo a los crímenes de estado y del paramilitarismo.




"La jornada del 6 de marzo es una manifestación valiente tanto por las víctimas como por sus acompañantes, en Colombia y en el resto del mundo... Es un clamor apasionado para que la barbarie termine. Por favor, únase a ellos en cualquier forma que usted pueda, y ayude a que la paz y la justicia lleguen a este país maravilloso cuya gente lo merece enormemente"


Noam Chomsky


Desaparecidos, desplazados, asesinados...


¡Basta Ya!



Jueves 6 de Marzo: Jornada mundial en rechazo a los crímenes de estado y del para-militarismo.


Concentración: Entre Av. Salaverry / Av. Javier prado

Hora: 11.00 A.M.

* Para los militantes de la jota, la concentración será a las 10.00 a.m. en Jr. miroquesada 360

Toda la verdad sobre la muerte de Raul Reyes


Toda la verdad sobre la muerte de Raúl Reyes



Decio Machado

Las investigaciones desarrolladas por las autoridades ecuatorianas van arrojando luz sobre lo que realmente sucedió en la madrugada del pasado 1 de marzo, donde fuerzas armadas colombianas abatieron entre 20 y 22 guerrilleros en territorio ecuatoriano. Emboscada en la que fue abatido, el comandante Raúl Reyes, número 2 en la estructura de mando de las FARC.

Las imágenes, los testimonios de los colonos de la zona, las declaraciones de tres guerrilleras que se encontraron aun con vida, los informes de balística e inteligencia militar ecuatoriana, vienen a demostrar el montón de mentiras declaradas por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, tanto al presidente Rafael Correa, del Ecuador, como al conjunto de la comunidad internacional y los medios de comunicación.

La versión colombiana.

Según la versión colombiana, se venía persiguiendo al frente 48 de las FARC, en base a una información que indicaba que el líder guerrillero, Raúl Reyes, haría presencia en un poblado denominado Granada, cerca de los límites fronterizos con Ecuador, pero aun en territorio colombiano.

El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, indicó que durante dicha operación, las fuerzas armadas colombianas habían sido atacadas desde un campamento de las FARC situado a 1.800 metros de la frontera, en el interior del territorio ecuatoriano.

Se indica que entonces la fuerza aérea colombiana procedió a localizar y atacar el campamento guerrillero, teniendo siempre en cuenta la orden de no violar el espacio aéreo ecuatoriano; indicando que luego entró la fuerza armada colombiana para asegurar la zona y dejando a la Policía colombiana a cargo del campamento atacado, hasta la llegada del ejército ecuatoriano.Ç

La verdad de los hechos.

Las investigaciones que se están desarrollando por parte de las autoridades ecuatorianas demuestran que nunca hubo combate por parte del comando atacado de las FARC. Con excepción de tres de ellos que cumplían funciones de vigilancia, los 18 fallecidos estaban durmiendo en ropa interior, ninguno del comando guerrillero tuvo ocasión de entrar en combate o rendirse.

El armamento existente en el campamento estaba apilado, no tuvieron la ocasión ni siquiera de acceder a sus fusiles y granadas, fueron masacrados mientras dormían.

Los testimonios de los colonos de la zona, así como los socavones desarrollados sobre el piso de tierra del campamento demuestran que se dispararon cuatro bombas desde aviones colombianos que incursionaron sobre territorio ecuatoriano. Según las investigaciones de inteligencia militar, estas se dispararon desde el sur del campamento, lo que quiere decir que los aviones habían incursionado a más de 10 kilómetros al interior del territorio ecuatoriano cuando se procedió al ataque.

Tras el lanzamiento de bombas desde estos aviones, incursionaron varios helicópteros “Supertucanes”, pertenecientes a la fuerza aérea colombiana. Desde ellos se continúo atacando el campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. De dichos helicópteros descendieron comandos especiales que remataron a los guerrilleros que quedaron heridos en el campamento, según se demuestra por las balas que tienen en sus cuerpos gran parte de los cadáveres de los guerrilleros, muchos de ellos apilados en una zona determinada del campamento y asesinados por la espalda. Incluso las fotografías enseñadas por el gobierno colombiano del cadáver del comandante Raúl Reyes, muestra como este tiene un disparo en la parte izquierda de su cara.

Las informaciones que provienen de inteligencia militar ecuatoriana, indican que el espacio aéreo del Ecuador no solo se violó en la madrugada del 1 de marzo, si no que en la madrugada del 2, hay una nueva penetración de helicópteros con visores nocturnos para sacar a miembros de las fuerzas armadas y policía colombiana que aún se mantenían sobre territorio ecuatoriano.

La posición de los árboles derribados en el bombardeo, los múltiples orificios de disparos en los árboles, así como la posición de los cadáveres, viene a demostrar que mientras las FARC vigilaban el campamento en su posición norte, la que mira hacía la frontera con Colombia, la incursión aérea sobrevino del sur, lo que indica que la fuerza aérea colombiana invadió sin permiso, sin notificar y contraviniendo todo tipo de normativa internacional el espacio aéreo ecuatoriano.

Los testimonios de los moradores de la zona, indican que el ataque se prolongó desde aproximadamente pasada la media noche hasta las seis de la mañana del 1 de marzo.

La precisión del ataque demuestra también la utilización de una importante tecnología militar que también pone sobre la mesa, la posibilidad de la participación de los Estados Unidos en la masacre, al menos en tareas de información y localización del comando guerrillero.

Los testimonios de los pobladores hablan de la posibilidad de que los helicópteros colombianos se hayan llevado cuatro cadáveres y no dos, los correspondientes a Raúl Reyes y Julián Conrado, como indican las autoridades del país agresor.

Por su parte el ejército ecuatoriano no descarta la posibilidad de localizar algún cadáver más en la frondosa zona selvática donde se dio la matanza.

La reacción del presidente Correa.

En un acto de soberanía y dignidad, el gobierno de la República del Ecuador ha retirado a su embajador en Bogotá, ha expulsado al embajador de Colombia en Quito, y movilizado a las tropas hacia la frontera, a la vez que ha solicitado la reunión extraordinaria de la Asamblea General de la OEA, la CAN y el MERCOSUR.

Rafael Correa llamó mentiroso al presidente Uribe, denunciando que había sido notificado por parte de este sobre las 8,30 horas y engañado por su homólogo colombiano, el cual justificó la incursión en territorio ecuatoriano por el calor del combate.

Acusaciones desde Colombia.

Que las FARC operan en Ecuador, es una denuncia que ha sido permanente desde la cancillería y la presidencia de Colombia, versión que se vio agravada tras la liberación el 27 de febrero de cuatro ex congresistas colombianos por parte de las FARC. Uno de ellos, Luis Eladio Pérez, declaró a Radio Caracol que al comienzo de su cautiverio estuvo retenido en territorio ecuatoriano, añadiendo que las FARC se suministran de productos provenientes de Ecuador, Brasil y Venezuela. “Yo dormí en el Ecuador: con eso digo todo. Usábamos botas de marca ecuatoriana, desodorantes, drogas brasileñas y jabones venezolanos”, declara al día siguiente de su liberación Luís Eladio Pérez.

Por su parte el ejército ecuatoriano en el transcurso del año pasado descubrió varios campamentos de avituallamiento y descanso de las FARC en territorio del Ecuador, siempre cercanos a la frontera, y en un territorio muy difícil de controlar debido a lo frondoso y extenso que es esta zona selvática que abarca ambos países.

Antecedentes en las relaciones entre Ecuador y Colombia.

Las relaciones entre Ecuador y Colombia se habían caracterizado hasta ahora, por un bajo nivel de conflictividad desde el ascenso a la presidencia de Ecuador del economista Rafael Correa Delgado, el 15 de enero del año pasado.

Esta realidad no fue siempre así, habiendo habido situaciones muy tensas durante gobiernos anteriores al de Correa. Así, en el año 2005 se dieron un conjunto de situaciones que cuestionaron la soberanía del Ecuador. En julio de ese año durante el mandato de Alfredo Palacios, Parra Gil, entonces canciller del Ecuador, luego de una reunión con Carolina Barco, entonces canciller de Colombia, cuestionó las fumigaciones de las plantaciones de coca ordenadas desde Bogotá en la línea fronteriza común. A pesar de dicho cuestionamiento y sin tener respuesta positiva por parte de Colombia, Ecuador votó a favor del colombiano Luís Moreno como presidente del BID a solicitud del gobierno colombiano y de los Estados Unidos. Precisamente Luís Moreno había sido embajador de Bogotá en Washington y fue cuestionado por participar en la gestación del Plan Colombia.

Otro hecho que ha evidenciado una postura de ambigüedad en la relación histórica del Ecuador con respecto a Colombia, sucede cuando el 31 de julio del 2005, un reportero ecuatoriano denuncia que “…el ejército de Ecuador se unió a la operación contra los frentes 21, 13 y 48 de las FARC, que estarían escoltando al guerrillero Raúl Reyes y que tienen bloqueado en el departamento del Putumayo”. Esta información fue confirmada por el Mayor General ecuatoriano Reinaldo Castellanos Trujillos.

Pero la violación más grave realizada por el anterior gobierno de Alfredo Palacios, con respecto a la histórica neutralidad del Ecuador ante el conflicto armado en el país hermano se dio cuando ese mismo año, un operativo coordinado de inteligencia de las policías de Ecuador y Colombia ubican y capturan en Quito a presuntos guerrilleros de las FARC que estaban internados en una clínica. Esa coordinación existe, y el hecho más significativo de esta realidad se dio cuando durante la presidencia del Lucio Gutiérrez, en el año 2004, una operación conjunta entre fuerzas del orden colombianas, ecuatorianas y estadounidenses, permitió la captura en Quito de Ricardo Palmero, más conocido por Simón Trinidad, ahora procesado y preso, con una condena de 60 años, en Estados Unidos por la extradición que facilitó el gobierno de Uribe.

Crisis regional.

La pretensión del Álvaro Uribe de aplicar en la lucha contra lo que él define como “terrorismo”, la misma estrategia que utiliza Israel en su combate contra el mundo árabe, puede tener repercusiones impredecibles en el continente latinoamericano.

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el comandante Hugo Chávez, ante la posibilidad de que el gobierno de Colombia incursione y viole la soberanía de Venezuela, tal y como lo hizo con Ecuador, ha ordenado el cierre definitivo de su embajada en Bogotá, así como el reforzamiento militar de toda la zona fronteriza con Colombia. Se espera en las próximas horas la expulsión del embajador colombiano en Caracas.

“Señor ministro de Defensa muévame 10 batallones hacia la frontera con Colombia de inmediato. Batallones de tanques. La aviación militar que se despliegue. Nosotros no queremos guerra pero no le vamos a permitir al imperio norteamericano, que es el amo, y a su cachorro el presidente Uribe y la oligarquía colombiana que nos vengan a dividir, que nos vengan a debilitar, no lo vamos a permitir”, ordenó el mandatario venezolano.

Chávez ofreció todo el respaldo necesario, en su conflicto diplomático con Colombia, a Ecuador, indicando: “Pongo a Venezuela en alerta y apoyaremos a Ecuador en cualquier circunstancia”.

Por su parte, el presidente Correa se ha puesto en contacto durante el domingo 2 de marzo con una decena de países con el fin de recabar su apoyo y hacerles partícipes de la gravedad de los hechos ocurridos en la incursión y masacre colombiana en territorio del Ecuador.

La respuesta del ejecutivo colombiano no se ha hecho esperar, y en la misma noche del 2 de marzo, el director de la Policía, general Óscar Naranjo, reveló documentos preliminares por los cuales se pretende demostrar que Raúl Reyes tenía contactos con el Ministro Coordinador de Defensa Interna y Externa del Ecuador, Gustavo Larrea. Estos documentos, fueron supuestamente hallados en tres ordenadores incautados por el ejército colombiano en el campamento donde fue asesinado Reyes.

Los objetivos de Uribe.

A pesar de que las FARC han hecho público un comunicado por el cual indican que el asesinato de Raúl Reyes no afectará a las negociaciones por el intercambio humanitario, lo cierto es que los objetivos del presidente Uribe son claros: bloquear el proceso de entrega de rehenes de tal manera que quede bloqueada la posibilidad de devolución por parte de las FARC de Ingrid Betancourt.Si bien la voluntad del ejecutivo colombiano de que Betancourt no regrese viva es una realidad difícilmente cuestionable, lo cierto es que tras las declaraciones de los cuatro ex congresistas liberados el pasado 27 de febrero, donde se indicaba la voluntad de la secuestrada de presentarse a las elecciones presidenciales de Colombia con un programa de paz para este país, ha puesto muy nervioso a Uribe.

Paralelamente a esto, la intervención colombiana en el Ecuador, pretende claramente convertir al país vecino, en una suerte de Camboya, con respecto al conflicto militar colombiano.

La finalización del acuerdo suscrito por 10 años entre los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos, para la utilización por parte de las fuerzas armadas norteamericanas de la base de Manta, el cual expirará a finales del presente año, y sobre el cual ya se ha posicionado el presidente Correa, con respecto a su voluntad de no renovarlo, también es un elemento a tener en cuenta en la escalada de la crisis diplomática en el área andina.

La base de Manta es una herramienta fundamental dentro de la estructura y estrategia del Plan Colombia, y aunque el gobierno norteamericano no ha hecho declaraciones en firme sobre su salida de la base a finales del 2008, es evidente que forma parte de su agenda de preocupaciones con respecto a la nueva política desarrollada en el Ecuador a partir de la llegada al poder de la llamada “Revolución Ciudadana”.

6 de Marzo desde Colombia

La trascendencia del 6 de marzo



Por Iván Cepeda Castro


Bogotá, marzo 3 (El Espectador). Los actos del 6 de marzo de 2008 son hoy una realidad inocultable. En más de 20 ciudades del país, y en más de 60 en el mundo, sin el apoyo del cuerpo diplomático, ese día se llevarán a cabo diversos eventos. Desde Melbourne hasta Washington, desde Londres hasta El Cairo, el 6 de marzo con fotografías de las víctimas en sus manos, muchos compatriotas y miembros de reconocidas organizaciones internacionales harán un llamado mundial para que en Colombia se ponga punto final al crimen de desplazamiento forzado, a la práctica sistemática de las desapariciones y a las ejecuciones selectivas e indiscriminadas.


Más allá del carácter planetario que ha adquirido esta convocatoria, su significación se plasma en el debate social al que ha dado lugar en relación con los crímenes de Estado, la continuidad de las estructuras paramilitares y parapolíticas, la situación de las víctimas y sus derechos. Aunque los representantes de la derecha más primitiva en el país han intentado minimizar los alcances de la iniciativa, su reacción airada es la mejor demostración de la importancia que tiene para la sociedad colombiana elaborar la verdad de esta otra dimensión de los crímenes que se han cometido, así como de las implicaciones éticas y políticas que tiene su justificación. Ese debate rompe con el unanimismo que se quiere imponer desde la doctrina sobre “el terrorismo”. Como algunos columnistas de opinión lo han señalado, el 6 de marzo como ejercicio democrático permite que aparezca una franja social que condena con nitidez por igual todas las formas de la violencia. Por eso es simplista la interpretación que quiere reducirlo a un acto contestatario.


Algunos erróneamente querrán comparar las dimensiones de esta demostración con la del pasado 4 de febrero, como si se tratara de una especie de competencia entre marchas. Tal comparación no cabe. No se sustenta en parámetros equivalentes. Los actos del 6 de marzo no han contado con recursos económicos ni institucionales comparables con los de la marcha de febrero, y en cambio han sido objeto de múltiples hostigamientos. Uno de tantos ejemplos: “Mi familia y yo apoyamos la marcha. Somos de Montería pero acá no se ha establecido el lugar ni los organizadores por temor. Hay desmovilizados que aún siguen delinquiendo. Muchos dicen que no salen por tal motivo. Lo peor del caso es que la prensa se hace la de la vista gorda y no promueve la marcha”.


La movilización del 6 tiene un carácter original. Independientemente de su magnitud, será la expresión a escala mundial de una dimensión cualitativa distinta: los testimonios de los desplazados, el rostro de los desaparecidos, la biografía de los asesinados. Son los relatos de la historia reciente de una sociedad escindida entre un país urbano y un país rural. El 1º de marzo en Itagüí, las asociaciones locales de víctimas harán una galería de la memoria en cercanías de la cárcel donde están recluidos algunos de los jefes paramilitares. El 2 de marzo el Movimiento Visionarios por Colombia de Antanas Mockus ha convocado a personalidades del mundo intelectual, artístico y político para que hagan una lectura pública de testimonios de las víctimas. El 4 de marzo comienza en Flandes, Tolima, la Marcha Nacional de Desplazados que exigen tierra, dignidad y paz. El 6 de marzo se ha pedido a los ciudadanos que lleven a las manifestaciones la fotografía de una víctima. Esas imágenes y esos testimonios pueden ser parte del antídoto contra uno de los grandes males que padece nuestra sociedad: la indiferencia o el sesgo moral hacia los crímenes contra la humanidad.