En el colmo del cinismo ya característico del actual régimen, el Canciller José Antonio García Belaunde expresó "su indignación" contra la ruptura del orden constitucional en Honduras. Pero es que acaso es tan grande el cinismo de la clase dirigente que se se olvidan cuando los sucesos en Bagua fueron ocasionados por decretos incostitucionales, sin la aprobación de la clase afectada, de la población de sitio... ¿Eso no es también, romper con la constitución?. Acaso no se acuerdan que hace muy poco nada más renegaban de las opiniones de los hermanos países sobre la problemática de la amazonía, acaso no detestaban las opiniones tildándolas de ingerencia extranjera y que estas azuzaban a las poblaciones. El problema de Honduras perjudica al igual que el problema de los decretos en nuestro país; y perjudica a las clases populares, pues son estas las legítimas dueñas de sus tierras, su único sustento. En resumidas cuentas; entonces habría que señalarle al canciller que hable como lo hace ahora cuando hay problemas que cobran más importancia pues se tratan de vidas humanas, de héroes nacionales.
Mario - Círculo Antonio Gramsci
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