jueves, 22 de noviembre de 2007

Reacción mundial contra la decisión de Uribe

Uribe "pateó la mesa" al Acuerdo Humanitario y opta por salida militar


Con el anuncio del Gobierno de Colombia, de dar “por terminada la facilitación de la senadora Piedad Córdoba y la mediación del Presidente (de Venezuela) Hugo Chávez, a quienes agradece la ayuda que estaban prestando”, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, está liquidando la mediación y el diálogo para un canje humanitario.

La excusa de esta decisión del Gobierno de Colombia, de acuerdo con un comunicado dado a conocer la noche del miércoles, es que “la senadora Piedad Córdoba llamó telefónicamente al comandante del Ejército, General Mario Montoya, le pidió una cita y, a continuación, le pasó al teléfono al Presidente Hugo Chávez de Venezuela. El Presidente Chávez le hizo al General Montoya preguntas sobre secuestrados por las FARC-EP”.

Según afirma Uribe, “en la reunión de Santiago de Chile, el Presidente Uribe le había dicho al Presidente Hugo Chávez que no estaba de acuerdo con que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se comunicara directamente con el Alto Mando institucional de Colombia”.

Pero las reacciones contra la decisión de Uribe no se hicieron esperar y la mañana de este jueves el presidente francés, Nicolás Sarkozy, pidió a su homólogo colombiano “mantener el diálogo” con el Jefe de Estado venezolano a fin de lograr la liberación de los retenidos de las FARC-EP, entre ellos Ingrid Betancourt, indicó una fuente cercana a la presidencia de Francia, según reporte de AFP.

Sarkozy “encargará al embajador de Francia en Bogotá, actualmente en París, de llevar una carta para ser entregada al presidente Uribe para pedirle que mantenga el diálogo con Hugo Chávez”, destaca AFP.

El presidente francés no llamará al jefe del Estado colombiano “en lo inmediato”, indicó la presidencia francesa. “Esperará que la temperatura baje un poco”, precisó.

La Federación internacional de los comités Ingrid Betancourt (FICIB), que poco antes había solicitado la intercesión de Sarkozy ante Uribe para que vuelva a autorizar la mediación de Chávez en el caso de los rehenes, insistió en la necesidad de un contacto directo e inmediato del presidente francés con su homólogo colombiano.

“Queremos que el presidente Nicolás Sarkozy llame directa e inmediatamente al presidente Uribe”, manifestó el vicepresidente de la FICIB, Olivier Roubi.

De su lado, el Comité de solidaridad con Ingrid Betancourt de la región parisina se “felicitó” y declaró su satisfacción “por poder contar con el apoyo permanente de Francia”, pidiendo “solemnemente a Uribe que tenga en cuenta la demanda de Sarkozy.

“Seguimos pensando que Hugo Chávez es la mejor opción para liberar a Ingrid Betancourt y a todos los rehenes”, insistió el jueves por su parte el portavoz de la Presidencia francesa, David Martinon.

Si hay una posibilidad de liberar a la rehén Ingrid Betancourt, secuestrada en Colombia, esta opción se llama Hugo Chávez, había declarado este miércoles Jean-David Levitte, consejero diplomático del presidente francés Nicolás Sarkozy.

“El diálogo Uribe-Chávez es para nosotros la mejor posibilidad de éxito, si es que existe alguna”, había estimado en referencia al presidente colombiano Álvaro Uribe.

Recordamos que el martes, Hugo Chávez fue recibido por Nicolás Sarkozy y ambos se entrevistaron luego por separado con los familiares de la rehén franco-colombiana.

Chávez no estuvo en condiciones de traer una prueba de supervivencia de Ingrid Betancourt, pero sí el compromiso escrito del número uno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), Manuel Marulanda, de que dichas pruebas estarían disponibles antes de fin de año.

El jefe de Estado francés, Nicolás Sarkozy, habría propuesto Martinica como lugar para una eventual reunión entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el jefe de la guerrilla de las FARC-EP, Manuel Marulanda, según dijo el miércoles en París Juan Carlos Lecompte, esposo de la rehén Ingrid Betancourt.


Lecompte participó el martes en las reuniones de la familia Betancourt con Sarkozy y Chávez.


Chávez volvió a Caracas el miércoles y ese mismo día, Álvaro Uribe había indicado que la mediación se terminaría “en el mes de diciembre” pero, poco después cambió de opinión y puso fin brutalmente a la mediación de Chávez, acusándolo de injerencia en los asuntos internos colombianos.

Uribe liquida acuerdo y opta por estrategia militar

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo este miércoles que su decisión de eliminar la mediación del líder venezolano, Hugo Chávez, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP-EP), se tomó porque no iba a poner en riesgo su política de “seguridad democrática” correspondiente a una estrategia militar de guerra, de acuerdo con una información transmitida por la agencia de noticias ANSA.

Esta es la primera declaración de Uribe tras conocerse su decisión de dar al traste con el proceso de negociaciones llevadas adelante con la dedicación y el cuidado del presidente venezolano, Hugo a Chávez, y la senadora colombiana, Piedad Córdoba, para el intercambio de 45 personas que se encuentran en poder de las FARC-EP-EP por guerrilleros presos.

“Hay que hacer todos los esfuerzos por la paz, por el acuerdo humanitario, teniendo en cuenta que aquello que no se puede poner a riesgo es la seguridad democrática, que es lo que finalmente nos va a dar la paz, que es lo que finalmente va a acabar con el secuestro que tanto a afectado a este país”, comentó Uribe durante un reunión con representantes del sector cafetero del país, reportó ANSA.

Este concepto de “seguridad democrática” que pone al frente el presidente Uribe, consiste en una estrategia militar de guerra, plasmado es un plan bélico contra la insurgencia guerrillera, que pretende alcanzar la victoria y doblegar a los grupos rebeldes, gracias a una economía de guerra y el uso masivo de tecnología de punta en el armamento militar.

Para algunos analistas colombianos, la estrategia de “seguridad democrática” sigue una lógica que ya se puso en práctica en varias ocasiones.

Así, estaríamos observando la misma trayectoria de gestión militar que representaron el “Plan Lazo”, de 1964 para alcanzar la pacificación del país; el “Plan Andes” que en 1968 contemplaba tres etapas en la guerra contra-guerrillera; el Manual Provisional para el Planeamiento de la Seguridad Nacional (1974); la “Estrategia Nacional contra la Violencia de Cesar Gaviria (1991); y el Plan Colombia de Andrés Pastrana, que propició la injerencia militar de Estados Unidos en el conflicto Colombiano (1998), reportando un gasto militar cercano a los 2 mil 100 millones de dólares en el período 1998-2003, sin modificar de manera esencial el conflicto armado.