- Tbilisi reforzará las tropas con los soldados desplegados en Irak y pedirá ayuda a EE UU.
- Rusia anuncia la "liberación completa" de la capital suroseta mientras Putin viaja hasta Osetia del Norte
El presidente georgiano, Mijail Saakashvili, ha declarado el "estado de guerra" en el país después de confirmar que ha pedido al Parlamento, donde su partido cuenta con mayoría, que declare hoy mismo la ley marcial para "hacer frente a la agresión militar rusa" en su territorio. La aplicación urgente de una norma que suele aplicarse en situaciones de guerra o rebelión y que otorga facultades extraordinarias a las Fuerzas Armadas para el resguardo del orden público muestra que Tbilisi no se ha intimidado ante la ofensiva rusa.
Tras los bombardeos rusos contra ciudades y bases militares georgianas, Saakashvili ha asegurado además que ya ha dado el visto bueno para el retorno del contingente georgiano en Irak, compuesto por unos 2.000 hombres, para luchar en Osetia del Sur. El mandatario georgiano tiene previsto hablar hoy con su homólogo estadounidense, George W. Bush, del que espera sacar un compromiso formal en el conflicto con Rusia así como ayuda para facilitar la vuelta de sus soldados desde Irak.
Rusia tampoco tiene previsto recular. Su presidente, Dimitri Medvédev, ha hablado por teléfono con su homólogo estadounidense, George W. Bush, al que ha comunicado en primera persona que la única salida a la crisis actual es la retirada de las fuerzas de Tbilisi. Mientras tanto, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, se ha desplazado hasta la capital de Osetia del Norte, Vladikazvka, donde ha pedido el fin inmediato de la agresión contra Osetia del Sur. El mentor de Medvédev, aún más influyente que su predecesor, ha asegurado que ha viajado hasta el enclave vecino para tratar la huida de los refugiados surosetos que han abandonado la región.
Medvédev había calificado la situación en la región prorrusa de "catástrofe humanitaria" ante los miles de civiles que están padeciendo la ofensiva georgiana. Según las autoridades rusas, Moscú ha iniciado una gran evacuación de unos 30.000 civiles en Tsjinvali. Medvédev ha justificado la acción de las tropas rusas en Osetia en la necesidad de "imponer la paz a la parte georgiana" y ha cargado contra Ucrania, otra república ex soviética como Georgia, a la que acusa de apoyar "el genocidio" de Osetia del Sur tras el envío de tropas para respaldar a Tbilisi.
El Ejército ruso, que ayer entró con aviones y carros de combate en Osetia del Sur como respuesta a la ofensiva militar de Georgia en la región separatista, ha anunciado que la capital suroseta, Tsjinvali, ha sido "completamente liberada" de las fuerzas georgianas. Tbilisi ha negado esta información por parte del gabinete ruso.
La batalla por tomar el control de la ciudad más importante del enclave secesionista se ha intensificado durante la madrugada con enfrentamientos que, según oficiales rusos, se ha cobrado la vida de más de 2.000 personas, tras los "cientos de muertos" que reconoció ayer el presidente de facto de Osetia del Sur, Eduard Kokoity. Desde Georgia se ha rechazado de pleno el balance de muertos ofrecido por rusos y separatistas osetos y se ha decidido movilizarse aún más.
Tanto rusos como georgianos han hablado ya de "declaración de guerra" por las acciones militares que unos y otros han llevado a cabo en las últimas horas. Las "acciones agresivas" de ayer a primera hora han pasado a ser más contundentes con el uso de artillería pesada y la entrada de tropas en la capital suroseta. Ni a Moscú ni a Tbilisi les ha temblado el pulso para defender una región que tiene aspiraciones y deseos manifiestos de adherirse a Rusia y que Georgia considera parte inexorable de su territorio.
Abjazia ataca poblados georgianos
Después de la ofensiva de Tbilisi, la caja de Pandora se ha abierto en el Cáucaso. Las tropas de la también separatista Abjazia han decidido mover su ficha por cuenta propia y han lanzando una ofensiva para apoderarse del desfiladero de Kodori, habitado por georgianos y fiel al Gobierno de Georgia.
El presidente del régimen separatista abjazo, Serguéi Bagapsh, ha anunciado que los aviones que atacaron los poblados georgianos en el desfiladero pertenecen a su región. Según datos oficiales, hasta hace poco los separatistas abjazos solo disponían de unos cuantos aviones de entrenamiento de fabricación checa, armados con ametralladoras y bombas de fabricación casera. A lo largo de toda la guerra de secesión en Abjazia, de 1992 a 1995, las fuerzas abjazas, apoyadas por la aviación y unidades regulares rusas, no lograron vencer la resistencia de los montañeses de Kodori.
Rusia y Abjazia acusan a Georgia de desplegar tropas en el desfiladero que, según ellos, supone una violación de los acuerdos de desmilitarización de las zonas colindantes, alcanzado en 1995.
Movilización diplomática
Fuentes europeas han confirmado que el representante de Exteriores de la Unión (UE), Javier Solana, ha intensificado el contacto con el presidente ucranio, Viktor Iouchtchenko, y el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, con el objetivo de mediar en el conflicto ruso-georgiano ante la escalada de violencia de los dos últimos días.
El fracaso diplomático hasta ahora es evidente. La segunda reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para elaborar una declaración conjunta y pedir el alto el fuego en Osetia del Sur ha vuelto a concluir esta madrugada sin un acuerdo por segundo día consecutivo.
El ministro de Exteriores británico, Des Brown, ha informado que una delegación conjunta de la UE, EE UU, la OTAN y la OSCE viajarán a Georgia para intentar reconducir la situación tras el conflicto.