domingo, 8 de junio de 2008

EXITOSO III CONGRESO DEL MNI


CONGRESO MNI: A CONSTRUIR LA GRAN UNIDAD POR EL GRAN CAMBIO


Por Manuel Guerra


En momentos que en diversos sectores políticos y sociales se discute hoy el tema de la renovación de la izquierda, pretendiendo, algunos de ellos, reducirla a un problema generacional o al abandono de los postulados socialistas, se realizó el último fin de semana el III Congreso Nacional Ordinario del Movimiento Nueva Izquierda (MNI) con la participación de varios centenares de delegados provenientes de todos los rincones del país. Este evento se llevó a cabo en circunstancias bastante especiales, tanto en el escenario nacional, como en el internacional.

Fue un congreso unitario, donde primó un ambiente de entusiasmo y camaradería. El informe político, a cargo del Presidente saliente, Alberto Moreno Rojas, puso énfasis en el escenario político que se abre, las oportunidades y retos para la izquierda y las fuerzas que representan el cambio, frente al agotamiento del continuismo neoliberal. Una de las constataciones básicas es que los grandes sectores de la población peruana aspiran a cambios profundos, que solo pueden realizarse a través de una alternativa radicalmente distinta al modelo neoliberal en curso. El otro elemento señalado es la tendencia objetiva a la unidad en el campo popular, exigencia que viene de lo más profundo de las masas, y que las vanguardias están en la obligación de asumir.

Por ello la justeza de la consigna aprobada en el Congreso: Construir la gran unidad para el gran cambio. Esta consigna, convertida en un mandato congresal, tiene profunda significación estratégica, pues resume una aspiración, que de cristalizarse tendrá implicancias decisivas en el desenlace político electoral del 2010 y 2011. Se trata de construir un referente unitario, sustentado en la más amplia confluencia de los sectores sociales y políticos que se inscriben en el cambio, capaz de derrotar a la derecha neoliberal y asumir las riendas del gobierno, entendiendo que solo desde este espacio que se pueden realizar los grandes cambios que el país demanda.

El Congreso valoró la unidad alcanzada en la Coordinadora Política y Social, respaldó la convocatoria al Paro Nacional Cívico y Popular a realizarse el 9 de julio y se ratificó en el llamamiento a organizar desde las bases las asambleas de los pueblos, expresiones de poder popular y de la gran unidad que se pretende construir.

El Congreso realizó un balance crítico y autocrítico de lo actuado, señalando a la visión estrecha y sectaria como uno de los grandes males y obstáculo a superar para construir la gran unidad. Señaló que la autocrítica responde a la necesidad de detectar los errores para superarlos y no para quedarse en lamentaciones y golpes de pecho; que autocrítica no significa caer en el pesimismo, ni permanecer anclado al pasado, y que en el presente se necesita entusiasmo, optimismo, confianza en las fuerzas propias y en los grandes objetivos.

Asimismo el Congreso debatió la propuesta programática del MNI, elemento necesario si se quiere superar el reduccionismo que no supera el papel opositor. Al neoliberalismo no solo hay que combatirlo en las calles, en la lucha gremial o parcial; también hay que combatirlo en el terreno de las ideas y propuestas, demostrar que la izquierda es una alternativa para el conjunto de problemas del país. En tal sentido el programa aprobado representa un aporte que realiza el MNI al conjunto de la izquierda, de los sectores patrióticos, democráticos y nacionalistas.

El Congreso del MNI realizó reformas a sus estatutos orientadas a facilitar la incorporación de nuevos militantes, hacer más ágiles y operativos a sus órganos de dirección, democratizarlo, ampliando y dando mayores facultades a la Plenaria Nacional, conformada a partir de la fecha por los presidentes de los comités distritales y departamentales.

Finalmente el Congreso eligió un nuevo Comité Ejecutivo Nacional de 21 miembros, teniendo como nuevo Presidente al c. Nilver López Ames, joven y consecuente dirigente que en años anteriores destacó como Secretario General del gremio de maestros, el SUTEP. La composición de la nueva dirigencia del MNI expresa el principio de la triple integración, donde la incorporación de jóvenes dirigentes va acompañada de la rotación de cargos y la ratificación de dirigentes experimentados. Asimismo, en el nuevo CEN, además de la juventud, tienen una importante representación las mujeres, y las bases del interior del país.

Para el MNI el concepto de la renovación es mucho más amplio que el recambio generacional y totalmente opuesto al abandono de los principios que sustentan el proyecto socialista. La contradicción principal en la sociedad no se da entre jóvenes y viejos, sino entre un sistema caduco y uno emergente, entre las clases explotadoras y las clases explotadas. Es en esta contradicción que hay que ubicar la particularidad de la juventud, sus problemas, inquietudes y demandas. La renovación generacional a secas representa una política reaccionaria, en tanto sustituye la contradicción principal por una secundaria, que en el fondo no cuestiona al sistema imperante, sino simplemente a “los viejos”, a quienes se responsabiliza de todos los problemas. Gonzales Prada sintetizó esta postura en su famosa consigna: Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra. Tal es la conclusión a la que llega Alberto Adrianzén en su artículo La crisis de la izquierda, donde recomienda una renovación total en términos generacionales si es que “la izquierda quiere volver a la política”. A nuestro juicio esto representa una salida simplista, que en el fondo trasunta pesimismo y desconfianza en los procesos renovadores que se están gestando al interior de las organizaciones de izquierda, donde el aspecto generacional es uno, pero no el único elemento a tomar en cuenta.

Asumiendo la necesidad de incorporar a la juventud en su seno, de dar cabida a los jóvenes en las responsabilidades dirigenciales y representación política, de recoger sus demandas y preocupaciones, el MNI se ratifica que renovación no significa renuncia a los principios, ni el enfrentamiento entre los militantes jóvenes con los de más edad; es ante todo renovación para superar las formas de pensamiento, métodos, estilos o comportamientos que representan a la sociedad en decadencia y que son una traba para los objetivos que se pretenden alcanzar, tales como el burocratismo, el sectarismo, el pragmatismo, el individualismo, entre otros. Estos son elementos transversales que afectan de arriba abajo al conjunto de militantes. Significa además actualización de las propuestas políticas y programáticas frente a una realidad en permanente cambio. La renovación significa ruptura, pero también continuidad. Nos renovamos permanentemente para darle continuidad al proyecto histórico que abrazamos, el socialismo. En tal sentido, el Congreso del MNI ha dado una muestra de encaramiento de un proceso renovador, signo de la vigencia y vitalidad de una de las principales organizaciones de la izquierda peruana.