A 110 años de su Natalicio
“Con Gustavo Machado, cada día más comunista”
Cada vez que Machado se encuentra en Venezuela, entre exilio y exilio, dedica sus días y sus noches a la construcción y fortalecimiento del Partido. Ese fue el norte y el centro de su vida.
Caracas, 16 jul. Tribuna Popular TP.- El Próximo sábado 19 de julio, el Partido Comunista celebrará el 110 aniversario del Natalicio de Gustavo Machado Morales, histórico dirigente comunista, propulsor del pensamiento socialista en Venezuela. El evento se realizará en la Sala 1 de Parque Central, a partir de las 10 AM.
Gustavo Machado Morales es uno de los venezolanos fundamentales del siglo XX. Director-fundador de este periódico, combatiente sin fronteras por la libertad, maestro de generaciones de revolucionarios, y sobre todo, organizador incansable del Partido Comunista, este hombre singular cumple por estos días 110 años de su nacimiento y 25 de su muerte, curiosamente en la misma semana en que se cumplen también 29 años del triunfo de la Revolución Sandinista de Nicaragua, con la cual estuvo Machado asociado desde 1928.
Tenía apenas 15 años cuando, contrariando sus orígenes de clase acomodada, Machado une su destino al de “los de abajo”, y sufre por ello la represión del gendarme de turno, por primera vez en su vida. No sería la última: la figura de Machado ostenta con orgullo el haber sido prisionero de cinco diferentes gobiernos venezolanos –Gómez, López Contreras, Pérez Jiménez, Betancourt, Leoni–. Los carcelazos, los exilios, las expulsiones y las persecuciones de todo tipo son los únicos eventos en su vida que logran interrumpir, pero apenas momentáneamente, su constante actividad de construcción revolucionaria, de agitación política, de enseñanza, de forja del Partido Comunista de Venezuela.
Tal vez la faceta más conocida y llamativa de su vida es su participación en los eventos centrales de la actualidad latinoamericana de los años 20 y 30, especialmente su conexión personal con Julio Antonio Mella, Augusto César Sandino y Jorge Eliécer Gaitán. Con el primero, contribuye en 1925 a fundar la Liga Antiimperialista de las Américas y los gérmenes de lo que luego llegaría a ser el primer Partido Comunista de Cuba; con el segundo, sube a la sierra de Las Segovias en 1928 y participa de los momentos iníciales de la larga lucha del pueblo nicaragüense contra la dictadura antinacional de la familia Somoza; al tercero lo conoce en Bogotá en 1930, dieciocho años antes de que su muerte se convirtiera en la chispa que encendió la pradera social de la capital colombiana.
Es también mencionada con frecuencia su heroica operación de 1929 contra las autoridades coloniales holandesas en Curaçao: con un puñado de camaradas de diversas nacionalidades asalta y toma la fortaleza militar de Willemstadt para apertrecharse de naves, armas y municiones, y proseguir rumbo a las costas del Estado Falcón, con la intención de desembarcar e iniciar la lucha armada contra la dictadura gomecista.
Aún más importante, aunque seguramente menos llamativa, es su actividad incansable de organizador del PCV. Cada vez que Machado se encuentra en Venezuela, entre exilio y exilio, dedica sus días y sus noches a la construcción y fortalecimiento del Partido. Ese fue el norte y el centro de su vida, desde que, en sus años de estudiante en Francia, exiliado por la dictadura gomecista, entró en contacto con las doctrinas marxistas-leninistas y con el Partido Comunista Francés. Y con este fin y como tarea encomendada por el Comité Central del Partido, funda en 1948 Tribuna Popular, decano de la prensa revolucionaria en Venezuela y único periódico partidista en nuestro país que ha logrado perdurar y trascender en la historia.
En 1946 es elegido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente; en 1947 se convierte en el primer candidato comunista a la Presidencia de la República; en 1948 y 1959 es elegido diputado al Congreso Nacional. Ninguno de sus períodos como parlamentario concluye por la vía prescrita en las leyes: en el 48 se produce el golpe de estado contra Rómulo Gallegos que habría de dar lugar a la dictadura perezjimenista, y en 1963 el gobierno betancourista allana la inmunidad parlamentaria de los diputados comunistas y los envía a prisión.
Pero de todos los eventos de su larga y accidentada vida, hay un breve incidente aislado que ocurrió en el Teatro Nacional de Caracas durante en mitin político en 1937, por sí solo de escasa relevancia para la colectividad nacional, y que, sin embargo, resulta por sus implicaciones especialmente significativo y valioso para quienes hemos heredado su Partido y su sed de justicia. Estaba todavía vigente el odioso “inciso sexto” del Artículo 32 de la Constitución de la República, que declaraba ilegales y antipatrióticas las “doctrinas exóticas” marxistas-leninistas. Y en ese contexto, a sabiendas de que pagaría su osadía con la prisión, la tortura y el exilio, Gustavo Machado Morales, el general de la revolución venezolana, no dudó en proclamar, con voz clara y legítimo orgullo, “Yo soy comunista”.
¡Camarada Gustavo, Presente!
Extraído de www.tribuna-popular.org