Nepal tiene ya hoy su primer presidente con la elección por la Asamblea Constituyente (AC) de Ram Baran Yadav, pero los problemas de la transición política lejos de despejarse, vuelven a complicarse. Ahora, tras su elección surge la incógnita sobre si el Partido Comunista Maoísta, organización que ganó las elecciones de abril y le corresponde encabezar el gobierno, llegará incluso a integrarlo. Yadav, líder del Partido del Congreso Nepalí (NC), resultó electo por 308 votos de los 590 posibles, frente Raja Prasad Singh, el candidato propuesto por el Partido Comunista Maoísta (CPN-M). La balanza se inclinó por Yadav gracias a una alianza de última hora entre el NC, el Partido Comunista Unificado Marxista Leninista (PCN-UML) y el Foro por los Derechos del Pueblo Madhesi (MPRF), que la dirección maoísta calificó de maniobra venganza y pecaminosa. El NC, el PCN-UML y el MPRF se unieron contra el mayoritario CPN-M en represalia porque los maoístas no aceptaron sus propuestas para los cargos simbólicos de presidente y vicemandatario. Y el MPRF les prometió su respaldo en ese rejuego político si esas dos agrupaciones a cambio apoyaban, como hicieron, a su líder Paramananda Jha para el puesto de vicepresidente. La dirección maoísta insistió en que el presidente, cuya función será mas bien protocolar y constitucional pues el poder ejecutivo recaerá sobre el primer ministro, debía ser una figura prominente de la sociedad civil y no un político. Ahora, ante la maniobra del NC, el CPN-UML y el MPRF, el Comité Central del CPN-M advirtió antes de la votación que se abstendría de integrar el gobierno si Singh no resultaba electo. El servicio informativo eKantipur reportó que esta noche el secretariado del partido maoísta sostiene un pleno para definir la estrategia que seguirá la organización tras el resultado de la elección. Pushpa Kamal Dahal, máximo dirigente maoísta, dijo a la prensa que el resultado de la votación “determinará si el nuevo gobierno será formado bajo la dirección del CPN-M o no”. |