Ingrid Betancourt libre:Acelerar la búsqueda de la paz
Por Jaime Caycedo
Secretario General del Partido Comunista Colombiano / Concejal de Bogotá
Ingrid Betancourt, los tres prisioneros de guerra estadounidenses y once funcionarios militares quedaron en libertad esta tarde tras un operativo militar incruento en áreas limítrofes de los departamentos colombianos Vaupés y Guaviare.
Fueron liberados, aparte la ex candidata presidencial, las siguientes personas:
Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, contratistas estadounidenses del Pentágono, capturados el 13 de marzo de 2003, cuando adelantaban labores de espionaje en el marco del Plan Colombia. Además, Juan Carlos Bermeo y Raimundo Malagón, tenientes del Ejército; Erasmo Romero, José Ricardo Marulanda, sargentos segundos del Ejército; William Pérez, José Miguel Arteaga y Armando Flórez, cabos primeros del Ejército. Vaney Rodríguez, teniente de la Policía. Jairo Durán, y Julio Buitrago, cabos primeros de la Policía. Armando Castellanos, subintendente de la Policía.
El gobierno colombiano ha presentado la operación como un triunfo militar en la política de guerra contrainsurgente del gobierno. De hecho, la operación implicó acciones de inteligencia e infiltración que permitieron comprometer, mediante simulación, a los guardianes de los rehenes. Jugosas recompensas para estimular las deserciones dentro de la propia guerrilla se anuncian permanentemente por los medios de comunicación y bombardeos de propaganda en las zonas de conflicto. No se descartan intercepciones de comunicaciones con la mediación satelital del Comando Sur de los Estados Unidos. El rescate coincide con el momento en que el candidato de Bush a la presidencia culminaba una visita a Colombia.
Debe recordarse que los gobiernos de Francia y Suiza habían enviado, desde hace varios días, contactos destinados a liberar a varias de las personas. Los movimientos de los cautivos, que provenían de tres grupos diferentes dispersos en la selva, indican que, efectivamente, estaban en proceso de ser reunidos, quizás en el contexto de las prometidas liberaciones.
Para Uribe este suceso representa un alivio en medio de la crisis política desatada por los procesos que adelanta la Corte Suprema de Justicia contra parlamentarios cercanos al gobierno y la ex parlamentaria Yidis Medina, condenada por el delito confeso de cohecho, que determinó la mayoría de votos mediante el que fue posible la reelección de Álvaro Uribe, en las elecciones de 2006. Uribe ha planteado convocar un referendo para ratificar su legitimidad. Al mismo tiempo, se sabe que su objetivo es una nueva reforma constitucional que le permita reelegirse en 2010.
La natural alegría por el logro alcanzado, no oculta el que permanecen retenidos otros rehenes. Es claro que se trata de un revés pero no de una derrota de las FARC. El éxito alcanzado por las fuerzas oficiales no descalifica la necesidad del acuerdo humanitario, que puede ser un paso importante en la búsqueda de una salida política negociada del prolongado conflicto interno colombiano. En ese sentido debe continuar la presión nacional e internacional para alcanzar la paz democrática, con justicia social y soberanía.